TOLEDO, 7 Jun. (EUROPA PRESS)
El vicepresidente segundo del Gobierno regional, Emiliano García-Page, consideró hoy que si el presidente del Ejecutivo central, en vez de llamarse José Luis Rodríguez Zapatero, fuera José María Aznar y "tuviera esta oportunidad" de acabar con el terrorismo, "contaría con el apoyo cerrado y firme de la oposición".
A preguntas de los medios, con motivo de la rueda de prensa ofrecida para dar cuenta de los acuerdos del Consejo de Gobierno, García-Page señaló que, en esta materia, el papel que cada uno tiene en el debate "es diferente", aunque "al que le toca llevar la iniciativa es al Gobierno de España y su presidente".
Destacó que Rodríguez Zapatero está llevando este asunto "con valentía", pero reseñó que el fin de ETA debe producirse "desde el consenso y aportando todos" y, si hay diferencias, "se habla con serenidad y se discute", aunque la pauta es que "la dirección de esta operación es del Gobierno", insistió.
Según el vicepresidente segundo del Ejecutivo, no hay que permitir que dé la impresión de que los partidos políticos están divididos y de que "unos quieren acabar con ETA y otros no", y por eso confesó la necesidad de reconducir este debate y darle "cierta dosis de serenidad".
A su juicio, el fin de la banda terrorista es un objetivo que "desde el primer momento estaba claro que iba a a ser complicado, que era objetivo con aristas y distintas posiciones y a veces con intereses no confesables", pero esas dificultades "no pueden hacer que las instituciones democráticas desfallezcan", pues el objetivo final "supera con mucho el interés de cualquier partido político por separado".
De otro lado, preguntado por la concentración convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) el próximo sábado, García-Page mostró su respeto por todas las víctimas, también las del terrorismo islámico, y aseveró que "el conjunto de lo que representan las víctimas le deben merecer todos los honores y respeto a la sociedad española".