CIUDAD REAL 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
El padre y el tío de Ana María Fernández Monroy, la joven asesinada en Puertollano (Ciudad Real) hace 12 años, se mostraron hoy "más esperanzados" con que el caso de su familiar siga siendo investigado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Tras mantener una reunión en la sede de la Subdelegación del Gobierno, con su máximo responsable, Miguel Lacruz, y el comisario jefe de la Policía, Jesús Nieto; José Fernández, padre de la joven, señaló que "lo que hemos hablado nos ha dado mucha esperanza", y constató que "el caso no está archivado" porque "nunca ha estado cerrado", y que los investigadores policiales "siguen trabajando para coger al presunto culpable o culpables lo antes posible".
Igualmente, dijo "estar más tranquilo" con los datos que les han transmitido, ya que "nosotros no hemos podido aportar ninguna información porque no sabemos nada, y en casa no nos comunican nada". manifestó.
Cuando están a punto de cumplirse los 12 años del asesinato, el 17 de noviembre, la familia no ha perdido "la esperanza de ver al presunto asesino entre rejas", que aunque "no sabemos quien es, tenemos indicios de quién puede ser", señaló el padre.
En relación a las cartas que los familias de Ana María han enviado a otras administraciones --como al Ministerio de Justicia--, José Fernández sostuvo que "no sabemos nada porque te contestan bien, con buenas palabras, y se acaba el tema".
De su lado, Julián Fernández, tío de la víctima, coincidió con su hermano en que "se abre un poquito de esperanza" porque, al parecer, el portavoz policial les comunicó que "va bien la cosa, y está convencido de que lo sacará".
Asimismo, recordó que tras visitar recientemente la Comisaría de Puertollano "nos dijeron que el trabajo lo llevan en Ciudad Real, donde las investigaciones avanzan". En este sentido, agregó que "nos han dicho que cuando sepan algo, lo comunicarán primero a la juez, y luego a nosotros".
En los próximos días, la familia seguirá hablando con los medios de comunicación, así como el 16 de noviembre, víspera del asesinato, celebrarán una rueda de prensa y una concentración para seguir recordando la memoria de la joven.
El cuerpo de Ana María Fernández fue encontrado en un descampado de Puertollano con numerosas puñaladas, cuando contaba con 28 años. La Policía descartó el móvil sexual porque según la autopsia no había signos de ataques violentos de este carácter.