CIUDAD REAL, 11 Ene. (EUROPA PRESS)
La Fiscalía de la Audiencia Provincial de Ciudad Real mantuvo hoy la petición de 14 años de prisión para el joven magrebí acusado de un delito continuado de agresión sexual a una joven disminuida psíquica, pese a que, en sus conclusiones finales, reconoció la dificultad que presentaban las pruebas realizadas para demostrar su culpabilidad.
Los hechos juzgados en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Ciudad Real ocurrieron a finales de octubre de 2003, cuando el procesado mantuvo "relaciones sexuales con acceso carnal" con la joven, menor de edad y afectada por un trastorno genético y una minusvalía psíquica, en la parte de atrás de una tienda de precios baratos que regenta en la capital de la provincia, según estableció la acusación pública.
El Ministerio Público basó su postura en las declaraciones realizadas por la propia víctima en los juzgados y las declaraciones de un hermano del joven, al que supuestamente le contó que había mantenido relaciones con la chica "por dos veces".
Asimismo, se remitió a las declaraciones de una amiga de la joven y del profesor de Educación Especial que trataba a la mujer en el centro donde estudiaba.
Por su parte, el abogado de la defensa, que pidió la libre absolución del acusado, indicó que la decisión del tribunal se debe de basar "en lo que se diga y en las pruebas que se presenten durante la vista oral" y se preguntó por qué ninguna de estas personas, salvo el profesor, fueron llamadas a declarar en la misma.
También, cuestionó la declaración de la joven en los juzgados, ya que, en su opinión, dada su extensión y profundidad, sólo podrían haber sido realizada por alguien "superdotado", al menos, que se la hubiera dictado, según apuntó.
El Ministerio Público también se apoyó en las pruebas forenses ginecológicas, que confirmaron que la pequeña presentaba una rozadura cerca de sus genitales, aunque la misma se podría haber producido tanto por una penetración como por otra circunstancia, aunque, según dijo la forense, quedó confirmado que la menor sufrió una penetración anal.
Asimismo, se requirió una prueba psicológica de una profesional que explicó que el relato "era muy confuso, que lo contaba como de manera ausente y que, cuando tenía dudas, decía que le preguntaran a su madre".
El abogado, que alegó que se debe preservar la presunción de inocencia y que, en caso de duda, se debe sentenciar a favor del acusado, recordó que, en la alfombra en la que se dice que mantuvieron los contactos físicos, no se encontraron pelos ni restos de flujos, ni del procesado ni de la víctima.
El acusado, A.C., de 21 años, declaró que nunca tuvo relaciones sexuales con la víctima y que, al contrario, él, por ser menor, rechazó todas las insinuaciones que ella le hizo en la tienda que regenta los días 18 y 21 de octubre de 2003, cuando, supuestamente, sucedieron los contactos.
Dijo que conocía a la joven de haber ido varias veces a su tienda, pero que nunca accedió a las insinuaciones que le lanzó de manera continua.