TOLEDO, 8 Jul. (EUROPA PRESS)
El vicepresidente segundo y portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, resaltó hoy que la posición del Gobierno de España en la negociación de la OCM del Vino en Bruselas será "incluyente" y tendrá en cuenta a cada región "para hacer una plataforma única", ya que no cabe, a su juicio, pensar que la reforma europea es "de unas comunidades autónomas contra otras" puesto que quien lo considere así es que "no está al tanto".
En una entrevista concedida a Europa Press, García-Page, que dijo que la posición de la región la va a terminar representando el Gobierno de España "como no podía ser de otra manera", insistió en que "nosotros vamos a trabajar para plantear una plataforma conjunta en toda España rechazando esta propuesta" y manifestó su convencimiento de que "las cosas van bien".
Consideró asimismo que hay margen de maniobra para discutir el documento y espacio para cambiar la iniciativa de la Unión Europea, ya que, indicó al respecto, en el Ministerio de Agricultura "hay sensibilidad" para este objetivo.
El único requisito indispensable, a su juicio, es que el Gobierno "no flaquee" y que la sociedad y el sector agrario "estén detrás, empujen y apoyen". Confió en que ambas circunstancias "se van a dar" puesto que el sector está "muy concienciado" pese a que no todos mantienen la misma posición. Es más, en el caso del Gobierno, resaltó que "está como una moto con este asunto".
García-Page mostró su asombro porque la propuesta de reforma presentada por la comisaria europea, Mariann Fischer de Böel, se centre en el arranque de viñedos, cuando, a la vez, el texto aboga por que se establezcan primas para nuevas plantaciones lo que, destacó, es una política "un poco curiosa" de la Unión Europea.
MOVILIZACIONES
Preguntado sobre si se va a realizar algún tipo de movilización en Bruselas, aunque "no descartamos nada", el portavoz del Gobierno castellano-manchego opinó que en Europa están "muy acostumbrados a las pancartas" cuando "casi todo se decide en los despachos, a veces mejor y otras peor".
No obstante, reiteró que el Gobierno central y las comunidades autónomas tienen fuerza como plantear una opción y un cambio a esta iniciativa europea "por el conducto más político", aunque dependiendo "de la sensibilidad de Bruselas" habrá que adoptar más o menos medidas de presión, lo que dependerá también del sector afectado.
El vicepresidente segundo resaltó en este punto la comunicación y "debate permanente" con el sector agrícola, una "seña de identidad" de la Consejería de Agricultura y de su titular, Mercedes Gómez, que "lleva mucho tiempo hablando con todos los sectores afectados" y que no rehuirá "ningún tipo de método que propongan las asociaciones".
Por eso, consideró García-Page, lo primero es trabajar y aunar todos los esfuerzos dentro del sector y determinar una posición conjunta de España "muy fuerte", porque además, "no va a estar sola" al coincidir con "buena parte" de la que manifiestan otros países del sur de Europa, con lo que se mostró convencido de que "el final será mucho mejor que el comienzo".
NO DISCUTIR SOBRE "EL PALADAR"
García-Page agregó que no es el tiempo ni el momento para discutir sobre "el paladar de los políticos" porque de lo que se trata, a su entender, es de defender "el vino en conjunto", con lo que, afirmó, quien piense que se puede "defender mejor su marca a costa de que vaya perdiendo otra, me parece simple y llanamente increíble".
Así, sobre las críticas del PP por las discrepancias entre el PSOE regional con los socialistas de otras regiones como Castilla y León, García-Page remarcó que "no nos importa" que la oposición critique "por no coincidir con otros compañeros" porque si hay que discutir por la Comunidad, "lo vamos a hacer, no digo encantado, pero sí sin trauma".
DESARROLLO GRACIAS A AYUDAS
El portavoz del Gobierno regional explicó que aunque Europa plantea "órdagos" al sector agrícola "desde que existe", hay que "reconocer que buena parte de la agricultura del país subsiste por las ayudas europeas" con lo que no hay "demonizar a Bruselas". Sin política agraria comunitaria "ni esta región ni muchas" habrían experimentado el desarrollo de los últimos años porque ha llegado "mucho dinero", admitió.
Por eso, el debate, a su parecer, es que la situación "tiene que ir cambiando" y no se puede mantener una política rígida, recordando que Castilla-La Mancha ha vivido propuestas de reforma en distintos sectores y "en casi todos hemos salido bien parados, y en éste, lo vamos a salir también", concluyó.