El informe 2005 de Ley de Malos Tratos de C-LM refleja una "relativa estabilidad" y eleva las denuncias hasta las 2.311

La provincia de Ciudad Real registró el año pasado el mayor número de denuncias, seguida de las de Toledo y Albacete

Europa Press Castilla-La Mancha
Actualizado: sábado, 8 julio 2006 15:55

TOLEDO, 8 Jul. (EUROPA PRESS)

El informe elaborado por el Instituto de la Mujer sobre la aplicación, en 2005, de la Ley de Prevención de Malos Tratos y Protección a Mujeres Maltratadas, refleja una "relativa estabilidad" y una tendencia de la violencia de género "que empieza a cambiar", según avanzó hoy el vicepresidente primero de la Junta, Fernando Lamata, quien avanzó que durante el año pasado, el número de denuncias aumentó hasta las 2.311, 38 más que en el periodo anterior.

En rueda de prensa, junto a la directora del Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha, Isabel Moya, el vicepresidente primero realizó un balance de los cinco años de aplicación de esta ley, que ha permitido sacar "de la puerta cerrada" a esa "violencia clandestina e invisible", que, no obstante, sigue siendo un "problema no resuelto".

Según destacó Lamata, el informe contabiliza un total de 2.311 denuncias interpuestas durante 2005 por víctimas de violencia de género, frente a las 2.273 de 2004, las 1.783 de 2003, las 1.420 de 2002 y las 1.159 del primer año de aplicación de la normativa regional, una serie "estabilizada" que demuestra que se está consiguiendo uno de los objetivos del texto, "la pérdida del miedo". En cualquier caso, el año pasado murieron dos mujeres por malos tratos en la región.

Repasó algunas de las cifras con las que se saldó el 2005 en cuanto a utilización de los distintos recursos con los que cuentan las mujeres víctimas, entre los que destacó los 76 centros de atención a la mujer, a los que se dirigieron 94.190 de ellas; y las 11 casas de acogida, dos centros de atención a mujeres jóvenes, cuatro centros de urgencia y una casa de acogida para víctimas de tráfico de explotación sexual, empleados por 450 mujeres y 517 menores.

NECESIDADES FORMATIVAS.

Con unos 32 años, un número de hijos superior a la media, dependiente de su agresor, cuyo maltrato psicológico o físico sufre diariamente, el perfil de las víctimas sobre violencia de género "ha variado poco" en estos cinco años, según confesó la directora del Instituto de la Mujer.

Moya, quien avanzó un incremento el año pasado del número de mujeres extranjeras que padecen este problema --un 44 por ciento frente al 52-53 por ciento de españolas-- explicó que la población afectada por violencia doméstica sigue presentando "necesidades formativas y socioeconómicas".

No obstante, observó que los datos evidencian una "evolución en positivo" hacia la erradicación de la violencia, como demuestra la reducción del tiempo en el que las mujeres están expuestas a violencia antes de denunciar --que ahora se sitúa entre 1 y 5 cinco años frente a los siente o más de siete anteriores--; el incremento del porcentaje, superior al 40 por ciento, de las mujeres que intentan romper con la relación de violencia la primera vez que se produce; o el porcentaje, cercano al 80 por ciento, de mujeres que denunciaron una sola vez.

SENTENCIAS.

En cuanto a la publicación de las sentencias firmes --una de las decisiones más "polémicas" de la Ley, tal y como recordó Lamata--, la directora del Instituto de la Mujer señaló que este año se harán públicas 103, aunque fueron 191 las que tuvieron un resultando condenatorio de los 245 juicios por malos tratos celebrados en 2005.

En este sentido, el informe refleja que el mayor número de denuncias se produjo el año pasado en la provincia de Ciudad Real, con 639; seguida de la de Toledo, con 597; Albacete, con 496; Cuenca, con 291 y Guadalajara, donde se registraron 291 denuncias. Según los datos del Consejo General del Poder Judicial Castilla-La Mancha está por debajo de la media nacional en retirada de denuncias, siendo sólo el 13 por ciento de las víctimas las que lo hicieron.

La causa de que sólo se publique el 54 por ciento de las sentencias es la exclusión de las que se refieren a mujeres menores de edad y el hecho de que en muchos casos afecten a personas que viven en municipios de menos de 5.000 habitantes, lo que dificulta que la mujer dé su autorización para que sea publicada "por la presión externa" que padece respecto al agresor.

PROGRAMA PARA AGRESORES.

De otro lado, Isabel Moya dio cuenta de la evolución del Programa 'Vitrubio', de intervención psicológica para varones que han ejercido violencia en sus relaciones de pareja. Durante 2005, primer año de funcionamiento, fueron 28 los hombres que se acogieron a esta iniciativa, aunque unos diez de ellos lo abandonaron, en opinión de la directora, por su alto nivel de "exigencia".

La edad media de los hombres que participaron en 'Vitrubio' se sitúa entre 31 y 40 años, en su mayoría casados y con una educación primaria. Conviven con su pareja, tienen entre 2 y 3 hijos, trabajan y sólo el 14 por ciento de ellos está en desempleo. Lo más relevante es que han reconocido el maltrato psicológico y físico, que ejercen desde hace más de siete años.

Finalmente, y a preguntas de los medios, sobre el tratamiento de la violencia en casos como el de las parejas homosexuales, Moya consideró que este tipo de maltrato exigiría "otro tipo de análisis" ya que no se trataría de una violencia de género como la que se conoce tradicionalmente sino de una violencia "familiar".

También desveló que el número de casos de agresiones a hombres por parte de mujeres "no obliga a tomar medidas especiales" teniendo en cuenta que más del 90 por ciento de las denuncias y agresiones que se producen en el ámbito doméstico lo son por parte de los varones a las mujeres.

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