TOLEDO, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
El coordinador regional de Izquierda Unida, Daniel Martínez, criticó hoy que la reserva de los 6.000 hectómetros cúbicos propuesta para desbloquear la negociación del Estatuto de Autonomía, además de abandonar el acuerdo que salió de las Cortes regionales en 2006, que contemplaba el final del trasvase del Tajo al Segura, sigue fomentando el enfrentamiento político y social entre comunidades autónomas y partidos.
En rueda prensa, Martínez, que incidió en que su formación no tiene constancia de esta propuesta y que por tanto esperará para valorarla a que se presente en el Congreso, dijo que como muestra de ese enfrentamiento, las mismas organizaciones que ayer arroparon en Castilla-La Mancha la propuesta de esos 6.000 hm3, apoyan en Murcia y Valencia la continuidad del trasvase y rechazan esa reserva.
Por ello, el coordinador regional de IU se mostró convencido de que esta última propuesta no llevará a una solución adecuada ni para los intereses de Murcia, ni para los de Castilla-La Mancha, y además es una "mera declaración de intenciones", pues irá en el preámbulo del texto autonómico castellano-manchego y no supondrá obligación alguna para el Gobierno central.
"Para eso no hace falta tener 14 meses el Estatuto atascado en el Congreso y mantener el discurso del fin del trasvase", dijo Martínez que se preguntó además de dónde van a salir esos 6.000 hectómetros cúbicos.
Así las cosas, se mostró confiado en que Izquierda Unida tenga posibilidad de conocer mejor esa propuesta, y en que el Gobierno regional, que ha manifestado que el texto podría ver la luz sin el apoyo del PP pero con el respaldo de otros grupos minoritarios, cuente con la federación de izquierdas para la aprobación de esta reforma, a fin de que el futuro del Estatuto de Castilla-la Mancha "no quede en manos de los partidos nacionalistas".
Dicho esto, recordó que IU nunca ha apoyado la fecha de caducidad del trasvase al Levante, porque además de ser "imposible", es "inconstitucional", pues el Tajo es un rió que afecta a varias comunidades autónomas y discurre por dos países, añadiendo que esta reclamación de poner fin a la tubería ha sido "una maniobra más política que práctica".
Por ello, insistió en que por precaución, no entrará a valorar esta última propuesta porque "ha habido muchos cambios en el proyecto que salió de las Cortes", hasta el extremo, recordó, de que el propio presidente regional, José María Barreda, defendió el día de su toma en consideración en el Congreso, que en caso de que tras su tramitación parlamentaria el texto quedase "descafeinado" lo devolvería a Castilla-La Mancha.
"Meses después vemos cómo ha desaparecido la fecha de caducidad del articulado y se va al preámbulo, como se ha reformado toda alusión al tema del agua, y que no aparece ni la fecha del 2015", apuntó el líder de IU en la región, que insistió en que por ello desconfían en que esta última propuesta sea la final, y sirva para que PP y PSOE alcancen un entendimiento", porque "fomenta el enfrentamiento entre CCAA y partidos", finalizó.
