La Junta cede al Ayuntamiento de Ciudad Real el terreno del antiguo hospital "La Atalaya" para edificar un parque

CIUDAD REAL, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, anunció hoy en Ciudad Real que el Consejo de Gobierno de esta mañana acordó, a propuesta de la Vicepresidencia y Consejería de Economía y Hacienda, la cesión gratuita al Ayuntamiento de Ciudad Real los terrenos en los que se levantaba el Hospital Psiquiátrico "La Atalaya".

Con esta cesión se da respuesta a la petición realizada por el Ayuntamiento de Ciudad Real al Gobierno regional, tal y como aprobó la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Ciudad Real, en sesión celebrada el día 22 de junio de 2009, con el fin de destinarlo a un parque de esparcimiento y recreo, cuya ejecución será, en parte financiada, con subvención de los Fondos Europeos de Desarrollo Regional (FEDER), según informó en nota de prensa la Junta.

Para el presidente, se trata de una "casualidad" que haya podido dar la noticia en Ciudad Real, justo antes de inaugurar un Congreso de Enfermería, aunque señaló que le "apetecía mucho" anunciar esta cesión, ya que, con ella, el Gobierno de Castilla-La Mancha contribuirá a mejorar el bienestar y la calidad de vida de los ciudadanos de Ciudad Real.

La parcela del antiguo psiquiátrico tiene 66.400 metros cuadrados de superficie. José María Barreda apuntó que el valor de estos terrenos no está cuantificado, pero "más que el valor económico, lo importante es el valor sentimental para todos los ciudadrealeños, porque La Atalaya es un lugar en el que todos hemos pasado muchas buenas tardes de nuestra infancia", aseguró.

La Atalaya de Abén Canes es un cerro que se levanta al norte del casco urbano de Ciudad Real, junto a la carretera de Toledo, en una de cuyas laderas se empezó a construir al poco de acabar la Guerra Civil un sanatorio para tuberculosos.

Las obras se prolongaron tanto que la enfermedad había remitido cuando el edificio estuvo acabado, ya bien entrada la década de los cincuenta, por lo que se decidió destinarlo a residencia para enfermos psíquicos profundos.

En 1996, el Gobierno de Castilla-La Mancha inauguró dos nuevos centros residenciales, los "Guadiana" I y II, a los que se trasladaron todos los internos del antiguo edificio, que quedó en desuso y abandonado hasta que fue derribado en mayo de 2007.