CIUDAD REAL, 11 Abr. (EUROPA PRESS)
El Obispado de Ciudad Real aseguró hoy que los estatutos de hermandades y cofradías se redactan atendiendo al Derecho Canónico, que "no es legítimo interpretarlos desde conceptos civiles ajenos a la ley católica", a la vez que pidió a los no creyentes un "esfuerzo conjunto para respetarnos y poder vivir en paz".
En un comunicado, el Obispado de Ciudad Real da respuesta oficial al caso de la mujer de Abenójar, María Rey, que fue expulsada de la Hermandad de la Virgen de la Encarnación, de Abenójar, tras contraer matrimonio civil con otra mujer, con la que lleva conviviendo 15 años.
En el comunicado se anima a todos los fieles católicos a mantener su fidelidad a la Iglesia defendiéndola de los "injustos ataques" que periódicamente se siguen sucediendo.
El comunicado pide a los "hombres y mujeres de buena voluntad que no comparten nuestra fe ni nuestras costumbres, que se unan a nuestro esfuerzo para que podamos respetarnos y convivir en paz".
La jerarquía religiosa de la provincia recuerda que las cofradías y hermandades de fieles católicos se rigen por un estatuto marco dado para toda la Diócesis por el Obispo Diocesano, y que, convenientemente adaptado a las circunstancias de cada hermandad o cofradía, es aprobado en asamblea general de hermanos y, posteriormente, ratificado por el obispo.
Al depender las hermandades y cofradías de la Iglesia Católica, según se indica, los hermanos tienen que ser católicos bautizados, en plena comunión con la Iglesia, que aceptan libremente los compromisos derivados de su fe, y que se recogen en sus correspondientes estatutos.
En el caso de la no aceptación pública y explícita, con palabras o con hechos, por parte de algún hermano, de los estatutos y de las leyes generales del Derecho Canónico, según se matiza, el conflicto debe resolverse dentro del ámbito del mismo Derecho Canónico en sus distintas instancias: hermandad, parroquia, diócesis o, en su caso, los tribunales generales de la Iglesia Romana.
Los estatutos de la cofradía-hermandad de la Virgen de la Encarnación de la parroquia de Abenójar, se agrega, fueron aprobados el 20 de abril de 1985 y sus contenidos están expresados en el lenguaje propio del Derecho Canónico, "y no es legítimo interpretarlos desde conceptos civiles ajenos a la fe católica", se puntualiza.
Desde el Obispado, se agradece al sacerdote, a la Junta Gestora y al resto de la Hermandad de la Virgen de la Encarnación, de Abenójar, así como al pueblo en general, la normalidad con que han sabido preparar y realizar los actos en honor de su patrona, a pesar de las dificultades.
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