TOLEDO, 18 Ene. (EUROPA PRESS)
El vicepresidente segundo y portavoz del Gobierno regional, Emiliano García-Page, confirmó hoy que si el Partido Popular a nivel nacional no cambia de opinión respecto al agua y empieza a entender que Castilla-La Mancha la necesita, "al menos es exigible que el PP en esta región haga una apuesta de autonomía", de criterio autónomo y por tanto, que "se desmarque" de las posiciones de Rajoy, ya que tiene algo de "insultante" venir a la región "y decir aquí que el agua tiene que ser preferentemente para Murcia".
Así lo indicó García-Page a preguntas de los medios en rueda de prensa para dar cuenta de los acuerdos del Consejo de Gobierno y al respecto de la reunión que mantiene hoy el presidente nacional con el denominado 'eje de la solidaridad' en Sevilla --a la que también asiste el presidente del PP regional, José Manuel Molina--, confirmando que si se plantea esta posibilidad en la capital andaluza será "estupendo".
El vicepresidente segundo dijo que si se hace en otro tipo de reunión "también" lo será, porque lo deseable es que haya "un desmarque" y una reafirmación de los intereses regionales, que están "por encima de las luchas políticas", aseguró, con lo que la ocasión del PP es "extraordinaria" para decir claramente que por encima de los intereses de Castilla-La Mancha "no hay nada".
Indicó que espera por tanto que la dirección nacional del PP dejara de apoyar "siempre y en todo momento a Murcia en contra de los intereses de Castilla-La Mancha" y entendiera y "se parara a pensar" en los intereses de los castellano-manchegos, ya que tiene algo de "insultante" venir a la región, como lo hizo la pasada semana el presidente nacional, Mariano Rajoy "y decir aquí que el agua tiene que ser preferentemente para Murcia".
Al respecto, García-Page recalcó que "en definitiva es lo que dijo el señor Rajoy", y confirmó que se podrá defender esto "como quieran" --aunque destacó que "no lo han defendido mucho algunos dirigentes" 'populares' de la región--, pero el hecho es que es "absolutamente inadmisible que desde la calle Génova sólo defiendan los intereses de Murcia".
García-Page recordó la credibilidad "absoluta" del Gobierno de Castilla-La Mancha en este asunto ya que "hemos pleiteado contra Felipe González, hemos defendido este mismo criterio frente a Aznar y lo estamos haciendo ahora frente a la ministra Narbona", porque, incidió, "decimos lo mismo siempre, gobierne quien gobierne en Madrid" porque el reto es que "lo primero es Castilla-La Mancha.
El vicepresidente segundo insistió en que Castilla-La Mancha es una región seca y que necesita agua, y sobre todo "en los próximos años la va a necesitar más, porque estamos creciendo, y mucho". Por eso, ironizó con el hecho de que se pueda tener "con tanto descaro" esa posición que mantiene el PP, porque "es precioso decir que alguien comenta lo mismo sobre el agua en Murcia que en Toledo o en Sevilla" pero el problema es que lo que se dijo en Murcia, recordó, "es que tenía más derecho al agua que Castilla-La Mancha".
ZAPATERO DEFIENDE
Frente a esto, el portavoz del Gobierno regional destacó la posición del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la pasada semana en Valencia, donde fue a "poner de relieve algunos importantes argumentos que tiene Castilla-La Mancha", porque lo que hizo, y precisamente en la Comunidad Valenciana, es confirmar que la política de trasvases "está llegando a su ciclo final" y la solución alternativa al futuro pasa por las desaladoras.
En este sentido, las cosas "han cambiado" y "no son como eran", porque ahora el nuevo Plan Hidrológico suprime el trasvase del Ebro, y con estos argumentos, en el futuro "y cercano" tiene que acabar el trasvase Tajo-Segura", lo que no quiere decir que no existan en España intercambios de agua.
Pese a todo, criticó que uno de los problemas "serios" del trasvase no es sólo que se lleven agua a 300 kilómetros sino que "lo hace a un precio irrisorio", porque es más fácil llevar agua del Tajo "que hacer pozos", algo que a su juicio es insostenible, porque es "una injusticia" que se pague más por el agua en la cabecera del Tajo que a 300 kilómetros porque "no tiene sentido".
IR "DE OTRA MANERA" CON EL NUEVO PRESIDENTE DE LA CHG
Por último, y sobre la designación de Enrique Calleja como nuevo responsable de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, García-Page mostró esperanzas "fundadas" en que "las cosas empiecen a ir de otra manera" en este tema, porque una buena forma para "ir preparando el terreno" para el cambio definitivo de la gestión del agua en España es que ya las actuales estructuras de las confederaciones tengan como objetivo "entenderse con los gobiernos autonómicos".
Al respecto, señaló que cuando las confederaciones, y por tanto los ríos, tengan que co-gestionarse con el Estado y las regiones "tendremos que estar de acuerdo" con lo que es razonable "que empecemos a ensayar lo que va a terminar siendo una realidad política en España", y Calleja, "entiende y conoce la realidad política y social" de la región, lo que es un muy buen antecedente, confirmó.