CUENCA 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
El vicepresidente de la Junta de Cofradías de Cuenca, Antonio Abarca, anunció hoy que la Semana Santa de Cuenca estará presente en el Vía Crucis nacional que la Conferencia Episcopal organizará en 2011, dentro de la Jornada Mundial de Juventud.
En declaraciones a Europa Press, Abarca confirmó que será el paso del Santísimo Cristo de la Salud (El Descendimiento) el elegido por la Conferencia Episcopal. El paso conquense recorrerá el madrileño paseo de la Castellana el viernes 19 de agosto del próximo año.
Según Abarca, se trata de uno de los encuentros más importantes para las representaciones de la Pasión de todo el país. Habrá catorce pasos de toda España y está prevista la asistencia del Papa Benedicto XVI.
Abarca explicó que la Comisión Ejecutiva de la Junta de Cofradías apostó por que la Semana de Pasión conquense tuviera un hueco en este encuentro, e indicó que conseguirlo ha sido "muy complicado" al tiempo que se mostró satisfecho de haber logrado estar en la celebración.
"Ha habido épocas de altibajos, épocas en las que parecía que sí y otras en las que no, pero finalmente la Conferencia Episcopal ha elegido el paso de Cuenca. Ahora tendremos que trabajar con la Conferencia para que todo esté preparado para ese magno Vía Crucis y la Semana Santa de Cuenca pueda lucirse ante el Santo Padre", aseguró.
Antonio Abarca indicó que ellos presentaron "una especie de candidatura de la Semana Santa de Cuenca, en general; ofrecimos información sobre el desarrollo, la transformación de la ciudad, sobre cómo lo vive la ciudad y la Conferencia Episcopal con esos datos, dentro de una de las estaciones del Vía Crucis, escogió el Descendimiento", agregó.
A pesar de ello, dijo que "cualquiera de los pasos que tienen en su representación las escenas del Vía Crucis habría sido perfecto representante de la Semana Santa de Cuenca".
TURBAS
Por otra parte, la Junta General de la Junta de Cofradías aprobó ayer definitivamente el nuevo protocolo de lluvia de la procesión Camino del Calvario. El texto fue aprobado por mayoría absoluta, con ningún voto en contra y diez en blanco.
Según el renovado documento, se eleva hasta el 80 por ciento la posibilidad de lluvia con la que la procesión no desfilará y si a las 5.30 horas está lloviendo, se esperará hasta las 6.00 horas para tomar una decisión.
Asimismo, el protocolo establece cuatro tramos para encerrar en caso de que la lluvia sorprenda la procesión. Así, dependiendo del tramo en el que llueva, guardarán las imágenes en las iglesias de San Esteban, el Salvador o en la catedral.
Abarca insistió un año más en que tanto nazarenos como conquenses y visitantes "deben ser conscientes de que la procesión de las Turbas es un desfile más de la Semana Santa y deben interiorizar el protocolo para evitar problemas en el transcurso de la procesión o en caso de suspensión", concluyó.