El acusado asegura que no estaba en lugar de los hechos y la víctima jura que fue agredido por él
TOLEDO, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
El fiscal jefe de Toledo, José Javier Polo, ha rebajado su petición de pena para M.B., el hombre acusado de intentar acabar con la vida de M.F. con un hacha en la noche de año nuevo de 2004 en la localidad toledana de Yuncler, al bajar de los nueve años y medio de prisión que pedía inicialmente a seis años de cárcel.
Así lo ha puesto de manifiesto en el juicio que se ha celebrado en la Audiencia Provincial de Toledo donde, después de las pruebas practicadas, Polo ha modificado sus conclusiones considerando los hechos como un homicidio en grado de tentativa y no como un asesinato en grado de tentativa como había establecido inicialmente.
Esta modificación, según ha relatado el fiscal, se debe a que durante el testimonio de la víctima ha quedado acreditado que durante la agresión hubo un forcejeo y que el agredido tuvo la capacidad de defenderse, no como en las conclusiones provisionales del Ministerio Público, en las que establecía que la víctima "no podía esperar el ataque ni defenderse".
No obstante, el fiscal ha aumentado en sus conclusiones definitivas de 3.480 a 8.610 euros la cuantía de la responsabilidad civil que pide para el acusado, porque en la vista oral los peritos han puesto de manifiesto que los días de incapacidad para la víctima por las heridas causadas son más de los que se habían establecido en un principio.
NO HA DICHO LA VERDAD
Polo ha afirmado que en el juicio, aunque el acusado ha negado los hechos asegurando que "todo es mentira", no ha dicho la verdad. Así, ha afirmado que la coartada del procesado --quien ha afirmado que no estaba en la casa que compartía con la víctima cuando se produjeron los hechos, sino en un bar de la localidad-- no se ha corroborado en el juicio ya que el dueño del establecimiento no ha podido recordar si esa noche M.B. estuvo en su local.
Del mismo modo, ha afirmado que con la prueba testifical de la víctima --quien ha asegurado que suplicó al acusado que no le matara-- no queda "ninguna duda" de que el procesado tenía intención de matar en la noche de año nuevo de 2004.
Además de todo ello, Polo ha abundado en la culpabilidad de M.B. aludiendo a la prueba "objetiva" practicada por los médicos forenses, quienes han dicho en el plenario que las heridas de la víctima --de no haber sido tratadas en un centro hospitalario-- podrían haberle causado la muerte.
PIDE LA LIBRE ABSOLUCIÓN
Por su parte, el abogado de la defensa, Santiago Pozo, ha pedido la libre absolución para su defendido al considerar que durante la vista celebrada en la mañana de este miércoles ha quedado de mostrado que "no existen pruebas" para vulnerar la presunción de inocencia del acusado.
Concretamente, Pozo ha destacado que no se hayan presentado durante el juicio actuaciones policiales para encontrar el arma homicida o que no se haya presentado como prueba ropa con la sangre de la víctima. "Todo son conjeturas sobre una declaración que realiza el perjudicado", ha dicho.
Del mismo modo, ha puesto de manifiesto el hecho de que tanto el acusado como la víctima hayan coincido en sus declaraciones en que en la casa de Yuncler vivía más gente además de ellos dos o que su patrocinado haya afirmado que se presentó voluntariamente ante la Guardia Civil cuando así se lo requirieron. "No es el comportamiento de una persona que quiere evadirse de los hechos", ha añadido.
El abogado de la defensa también ha aludido al testimonio del acusado cuando ha dicho que después de los hechos vivió un año y medio con la víctima en su misma casa, algo que ésta ha corroborado durante su interrogatorio. Así, ha calificado de "ilógico" este hecho afirmado que "alguien que cree que le van a matar no hace eso".
ACUSADO Y VÍCTIMA
Durante el juicio, el acusado ha destacado la buena relación que tenía con la víctima afirmando que convivieron juntos en la misma casa de Yuncler durante seis meses "sin ningún problema, sin discusiones y sin peleas". Además, ha apuntado que "es mentira" que la víctima le quisiera echar de la casa.
Por su parte, la víctima --que ha jurado "por Dios y mis hijos" que fue agredido por el acusado-- ha reconocido que no quería vivir con M.B. en la misma casa y le dijo que se fuera. Además ha dicho que le dejó volver a vivir en el inmueble después de los hechos "por miedo".
