CIUDAD REAL, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
El sector agrario de Pedro Muñoz (Ciudad Real) rechazó hoy de forma "contundente" el borrador oficial que ha presentado Bruselas sobre la reforma de la OCM del vino. Como ya hiciera el pasado mes de septiembre en coalición con las cooperativas y asociaciones agrarias de Pedro Muñoz, su postura de "repulsa ante este nuevo texto es unánime".
Así, el alcalde del municipio, Ángel Exojo, aseguró que "seguiremos manteniendo esta postura como ya hicimos en septiembre a través de una resolución que firmamos todo el sector agrario de nuestro pueblo después de una reunión que mantuvimos y que aprobamos en Pleno Extraordinario por unanimidad. Nunca aceptaremos, --añadió--, una norma que vaya contra los intereses de un sector que para nosotros es prioritario en el desarrollo de nuestro municipio".
De esta manera, recordó que aquel acuerdo de unidad "alcanzado en Pedro Muñoz por todo el sector agrario el pasado mes de septiembre vuelve a reafirmarse de nuevo ahora que hemos conocido el primer borrador oficial de esta OCM del vino. Fuimos, partidos políticos, cooperativas, Grupos y Sociedades Agrarias de Transformación y sindicatos agrarios, los primeros que nos unimos bajo unos mismos criterios en defensa del viñedo", indicó.
"Pero no sólo nos unimos para rechazarla, puntualizó Exojo, como hemos hecho ahora, sino que hemos puesto sobre la mesa toda nuestra aportación posible frente a esta OCM del vino, confiando y exigiendo que en Castilla-La Mancha y en España también se alcance esta unidad con la que defender en Europa una posición conjunta que ampare y salvaguarde los intereses de la mayor región productora de Europa, Castilla-La Mancha, y con ello de un pueblo vitivinícola por excelencia, como es Pedro Muñoz".
Entre las bases consensuadas que siguen estando hoy "más en vigor que entonces si cabe", el Ayuntamiento, partidos políticos y sector agrario de Pedro Muñoz se oponen enérgicamente a que el arranque de viñedo sea el eje fundamental de la reforma de la nueva OCM del vino. Asimismo, también se pide un apoyo decidido a los agricultores a título principal y se exige que el Gobierno de Castilla-La Mancha represente, junto con el de España, los intereses de los viticultores.
En este sentido, se pide que se sigan manteniendo las ayudas a la diversificación de la producción, la regularización de la oferta y el sostenimiento del mercado. Por lo mismo, se exige que la nueva OCM del vino contemple medidas que garanticen el mantenimiento del cultivo en las zonas donde está implantado históricamente, por su adaptación al suelo, a la climatología, su contribución al mantenimiento de la vida económica en el medio rural, su aportación a la conservación del medio ambiente, y por la ausencia de una alternativa viable.
Asimismo, desde el sector agrario de Pedro Muñoz no se entiende por qué el borrador de la OCM del vino no se dedica a apoyar a los agricultores a título principal con adopción de medidas que contribuyan a mejorar su renta, o que se busquen nuevas formas de comercialización de los productos, o nuevas salidas como los biocombustibles, tal y como se pedía en septiembre, y que no se ha contemplado en el borrador que ha salido de Bruselas el pasado 9 de julio.
Y es que lo único que ha variado en este texto desde el pasado mes de septiembre es que en vez de ser 400.000 las hectáreas que hay que arrancar, son la mitad, y ya no son forzosas, sino voluntarias, pero dedicando el 40 por ciento del presupuesto a subvencionar este arranque con ayudas que van desde los 4.500 euros por hectárea a los 1.500 euros en cuatro años, según media de producción de los últimos cinco años para la parcela que se acoja a este arranque.
Además, esta propuesta de OCM de Bruselas elimina totalmente las medidas de mercado de la OCM que ahora está en vigor, tales como la destilación de uso de boca, las inmovilizaciones tanto de mostos como de vinos, la vendimia en verde, y las prestaciones vínicas que afectan a orujos y lías. La consecuencia de que esta medida se adoptara supondría la ruina del sector porque vendría a abaratar el precio final del kilogramo de uva en torno a las cinco o seis pesetas.
Otras medidas que propone esta OCM es la liberalización total del sector para el año 2.013, con lo que desaparecerían los derechos de plantación de viñedo que ahora existen y el recorte drástico de subvenciones al sector agrario propiamente dicho, dado que es el mismo dinero el que se destina a toda la Unión Europea que hace cinco años, pero ahora hay 27 países, y no 15 como había entonces.