GUADALAJARA, 3 Ene. (EUROPA PRESS)
A media mañana de ayer, un hombre de 73 años fue víctima en la calle Sigüenza de Guadalajara de la sustracción de 1.060 euros en metálico mediante el procedimiento conocido como "timo de la mancha".
El anciano, que acababa de retirar el dinero de una sucursal bancaria, fue abordado por dos individuos de unos 50 años de edad y aspecto hispanoamericano. Ambos consiguieron llamar su atención tras indicarle que tenía una mancha en la ropa, por lo que le ofrecieron su ayuda. Mientras le distraían, aprovecharon un descuido de la víctima para sustraerle el bolso que contenía el dinero, huyendo a continuación de forma precipitada del lugar.
Una vez más y con el fin de prevenir este tipo de situaciones, la Comisaría de Policía de Guadalajara recomienda que se sigan una serie de pautas. Así, es aconsejable que se efectúen reintegros de las entidades bancarias en la cantidad imprescindible. Si se trata de una persona de edad avanzada, se debe procurar ir acompañado de una persona de confianza.
No se debe hacer ostentación de dinero y hay que estar atento a la salida de las oficinas por si es seguido por personas desconocidas. Ante todo, no hay que dejarse engañar ante conductas o comportamientos sospechosos y extraños y en todo momento se debe tener controlado el bolso o la cartera.
Los autores de estos hechos, que pueden ser hombres o mujeres indistintamente, acostumbran a vigilar las entidades bancarias y los cajeros automáticos apostados en las proximidades. De ese modo, controlan los reintegros de dinero en efectivo y eligen a las víctimas propiciatorias.
Una vez seleccionada ésta, que suelen ser mujeres o personas de edad avanzada, le siguen hasta encontrar un lugar y momento propicios para dar el golpe. El siguiente paso es distraer su atención mediante algún truco o procedimiento, que puede ser fingiendo un desmayo, lanzando una moneda al suelo, provocando un encontronazo fortuito, simulando el pinchazo de la rueda del coche o simulando o provocando la aparición de una mancha en la ropa que se ofrecen a ayudar a limpiar, como en este caso.
Una vez que la víctima cae en la trampa, aprovechan un descuido para apoderarse del dinero o los efectos personales y abandonar con rapidez el lugar.