La acusada de matar a su madre en Valladolid dice que bebió, tomó pastillas y que no es consciente de lo que hizo

La defensa solicita la inimputabilidad de su patrocinada y la Fiscalía 18 años por asesinato

Europa Press Castilla y León
Actualizado: viernes, 17 septiembre 2010 16:23

VALLADOLID, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -

La acusada de asfixiar a su madre de 83 años en Valladolid, María Victoria S.M, aseguró este viernes que el día de los hechos bebió, tomó pastillas y afirmó que no es consciente de haber matado a su madre, algo en lo que "jamás" había pensado.

María Victoria, que era empleada de Correos pero se encontraba de baja y en la actualidad tiene concedida la invalidez absoluta, se sentó en el banquillo de los acusados en el juicio con jurado que se sigue en la Audiencia de Valladolid por los hechos cometidos el 16 de julio de 2009, cuando acabó con la vida de su madre, de 83 años, tras supuestamente asfixiarla.

La acusada explicó que cuando ocurrieron los hechos estaba buscando una solución porque su madre y ella no podían estar en esas condiciones en casa y pretendía que la anciana fuera a vivir con su otro hijo o entrase en una residencia para mayores. En este sentido, concretó que cuando bebía, su madre solía insultarla y concretó que no tenía la mente "nada clara" y "no estaba bien", por lo que no se sentía caza de cuidar ni de la anciana ni de ella misma y cada día bebía más, algo que hacía desde la muerte de su padre cinco años antes, y tomaba más pastillas.

El día de los hechos, indicó que se encontraba muy mal, se echó la siesta y se levantó igual. Como en ese momento no tenía dinero, tuvo que coger la cartilla bancaria de su madre y bajó a un bar cercano a su domicilio, donde bebió vodka con tónica y también tomó Valium (diazepam).

La acusada explicó que salió del local tambaleándose y aunque otras veces se iba a un hotel para que su madre no la viera, en esa ocasión no tenía dinero, por lo que se fue a casa. A pesar del mal estado en que se encontraba, como solía hacer y aunque tardara, ella misma fue capaz de abrir la puerta, según relató balbuceando y entre sollozos.

NO PENSÓ MATARLA

María Victoria aseguró que no es consciente de que hiciera nada a su madre, sino que como otras noches, la tapó y puso la radio, tras lo que se fue a su habitación. A preguntas del fiscal, negó haber tenido la idea obsesiva de acabar con la vida de su progenitora. "Yo nunca pensé matar a mi madre", dijo.

Además, añadió que nunca comentó que fuera a matarla aunque sí había manifestado expresiones como que la sacaba de quicio o que estaba estresada.

Durante su declaración, negó haber llamado por teléfono a un amigo que se encontraba en Barcelona y quien dio la alarma de lo ocurrido a los Mozos de Escuadra, que avisaron a la Policía. Según el fiscal, en la conversación dijo que lo había dado pastillas y asfixiado a la anciana, que no había marcas y pidió que por favor no la denunciara. "Yo no he dicho eso en ningún momento", dijo María Victoria, quien dudó de haber podido expresarse así cuando no era capaz de saber ni lo que había hecho.

Por otro lado, el interrogatorio de la defensa se centró principalmente en la situación y afecciones de la acusada. Así, manifestó que se encuentra en prisión desde julio de 2009, siempre acompañada y en tratamiento psiquiátrico con pastillas.

Además, aseguró que ha intentado volver a suicidarse recientemente y fue ingresada en el Hospital Clínico durante cuatro días, aunque pidió volver a la cárcel porque en la habitación en la que estuvo ingresada "se estaba volviendo loca".

PENA DE 18 AÑOS DE PRISIÓN

La Fiscalía de Valladolid solicita para la procesada una pena de 18 años de cárcel por delito de asesinato pues entiende que la muerte de la progenitora se produjo de forma alevosa, al tiempo que considera a la procesada plenamente imputable desde el punto de vista de la responsabilidad penal, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

La postura de la acusación pública contrasta con la petición de inimputabilidad de la defensa, que considera que concurre la eximente de su trastorno mental y, alternativamente cinco años de prisión por homicidio con la atenuante muy cualificada de alcoholismo.

La procesada, de 48 años, empleada de Correos que se hallaba de baja y carente de antecedentes penales. Los hechos se produjeron sobre las 04.20 horas del día 16 de julio de 2009, cuando la Sala Conjunta de la Policía en Valladolid recibió una llamada de los Mozos de Escuadra de Barcelona en la que se informaba de que un hombre se había personado en su Comisaría diciendo que una amiga le había llamado desde Valladolid para confesarle que había matado a su madre, con la que vivía en la calle Puente Colgante.

Inmediatamente se dirigieron al lugar de los hechos varias dotaciones de vehículos policiales, cuyos efectivos accedieron al portal de los hechos y subieron hasta el domicilio.

Una vez allí, tras llamar insistentemente a la puerta, les fue facilitada la entrada al domicilio por la acusada, a la que preguntaron si había alguien más en el interior, a lo que contestó que estaba su madre, de 83, pero que en ese momento dormía en su habitación.

Los funcionarios, a raíz de esta información, comprobaron este extremo y encontraron en la cama a una mujer de edad avanzada, la cual parecía estar fallecida. Tras una inspección del lugar, se comprobó que a la mujer le habían sido suministradas varias pastillas y presentaba síntomas de haber sido asfixiada.

La mujer que se encontraba en el domicilio, hija de la fallecida, manifestó que desde hacía tiempo la convivencia entre ellas era insoportable, y que llevaban viviendo juntas cinco años.

La presunta autora del crimen presentaba problemas psicológicos por los que llegó a estar ingresada hasta en cinco ocasiones desde los 17 años y solía mantener continuas y fuertes discusiones con su progenitora, lo que había obligado a la policía a personarse más de una vez en el domicilio que ambas compartían.

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