Los acusados en Valladolid de introducir cocaína en España desde Sudamérica se declaran inocentes

El banquillo de los acusados durante la primera sesión del juicio.
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 18 junio 2014 13:50

VALLADOLID, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los acusados de integrar una red dedicada en 2012 a introducir cocaína en España procedente de sudamérica, tres de ellos vallisoletanos, un nigeneriano y una mujer de origen rumano, han defendido ante la Audiencia de Valladolid su absoluta inocencia en los hechos que se les imputan y por los que están expuestos a un conjunto de penas que se elevan a 54 años de cárcel.

Aunque la acusación pública había ofrecido una rebaja de las penas, finalmente el acuerdo no ha sido posible debido a la negativa de una de las personas acusadas, con lo que se ha desarrollado la primera de las dos sesiones del juicio, con la particularidad de que el fiscal ya ha anunciado a los letrados que en su informe final mantendrá como tesis que los encausados formaban parte de una red criminal y que ni siquiera ofrecerá una calificación alternativa, con condenas menos duras, que no incluya dicha circunstancia agravante.

El interrogatorio más extenso ha sido el practicado al presunto cerebro del grupo, el nigeriano residente en Madrid Goodnews G.M.C, quien, en inglés traducido por un intérprete, ha reiterado en numerosas ocasiones el término "never" para rechazar su implicación en una banda criminal dedicada a la captación de correos o 'mulas' en Valladolid con el fin de que viajaran a distintos países de Sudamérica, como Lima (Perú) o Caracas (Venezuela), con el fin de retornar con la droga oculta en su equipaje o dentro de su cuerpo.

El acusado, quien también ha negado responder por los alias de 'Junior' o 'J', se ha limitado a indicar que conocía a uno de sus compañeros de banquillo, Sergio S. del C, por ser "amigo de un amigo", y ha vuelto a utilizar la palabra "never" a preguntas de si en alguna ocasión había acompañado a distintas personas al aeropuerto de Barajas para sacarles billetes o les había ayudado a sacar el pasaporte en comisaría.

Igualmente han rechazado formar parte del entramado de la red José Luis A.P, a quien la policía le asigna el apodo de 'Carpita', y el aludido Sergio S. del C. ('Cara de Perro'), a quienes el fiscal, apoyado en las investigaciones policiales, atribuye en Valladolid la tarea de reclutar correos, junto con la ayuda de las también acusadas Mihaela A.C. ('Eva'), pareja del segundo de los dos primeros, y Sara R.M, quien casualmente ha sido la única que se ha acogido a su derecho de no declarar.

En su declaración, José Luis ha explicado que en 2012 alternaba su estancia entre Tordesillas y Asturias ya que contaba con un trabajo de fontanero en una empresa asturiana, mientras que Sergio ha asegurado que residía en la casa de sus padres en Villagarcía de Campos porque cumplía una pena de localización permanente y, por ello, aprovechaba para ayudarles en tareas agrícolas por las que percibía semanalmente 100 euros.

"PRESIONES DE LA POLICÍA"

Ambos han negado dedicarse a la tarea de captación de 'mulas' en Valladolid, y ello a pesar de que José Luis, en su primera declaración ante la policía, incriminó a Sergio en dicho entramado. "Lo dije porque la policía me obligó a ello, había muchas presiones", ha alegado 'Carpita', quien ha reconocido que una novia suya, Thais B, fue interceptada el 24 de mayo de 2012 con kilo y medio de cocaína en su equipaje cuando regresaba de un viaje a Lima.

Por su parte, la que entonces era pareja de Sergio, la rumana Mihaela, ha apuntado por su parte que trabajaba como camarera en un bar de Tordesillas y que tenía un sueldo mensual de 450 euros.

El juicio está previsto que concluya mañana. El fiscal solicita la pena más elevada para Goodnews G.M.C, que se expone a catorce años y al pago de una multa de diez millones, mientras que solicita diez años y cinco millones para los otros cuatro encausados.

La investigación se inició en mayo de 2012, cuando agentes del Grupo de Estupefacientes de la Brigada de Policía Judicial de Valladolid tuvieron conocimiento de que en esta ciudad se había asentado una organización, dirigida por una persona afincada en Madrid, dedicada a la captación de correos para traer droga de países sudamericanos a cambio de una cuantía económica que rondaba los mil euros.