La Audiencia de Valladolid absuelve al vecino de Boecillo que huyó de la policía y se atrincheró en casa

Actualizado: domingo, 16 enero 2011 12:14

VALLADOLID, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Valladolid ha ratificado la absolución del vecino de Boecillo Borja G.V. que en abril de 2010 se atrincheró a cal y canto en su casa tras huir minutos antes con su vehículo de un control policial y que en octubre del pasado año, tras el correspondiente juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal número 3, salió indemne del proceso al entender el juez, entre otros fundamentos, que los agentes de la Guardia Civil que intervinieron en su detención se extralimitaron en sus funciones.

La sentencia de la Audiencia Provincial desestima de este modo los recursos de apelación interpuestos por las acusaciones y ratifica íntegramente el fallo dictado en primera instancia, y ello a pesar de que el Ministerio Fiscal y la acusación particular habían solicitado cinco años de cárcel y doce días de localización permanente por sendos delitos de atentado a la autoridad, uno de ellos en concurso con una falta de lesiones, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

Los hechos se produjeron sobre las 07.30 horas del día 30 de abril de 2010 en Boecillo cuando funcionarios de la Policía Municipal montaron un control en dicho municipio, lugar de residencia del acusado, ya que pretendían detenerle al pesar sobre él distintas requisitorias dimanantes de varios juzgados por diferentes delitos.

Sin embargo, el buscado por la Justicia logró huir en su vehículo, no sin antes, según la tesis de los acusadores, tratar de atropellar a los agentes que pretendían detenerle, uno de los cuales resultó con heridas leves. Los policías se vieron obligados a utilizar sus armas reglamentarias, con las que efectuaron varios disparos.

Acto seguido, el individuo se dirigió hasta su domicilio, sito en la urbanización 'Miralalba' de Boecillo, donde se hizo fuerte con el fin de evitar su detención, por lo que se avisó a la Guardia Civil, que acordonó la zona y estableció el correspondiente dispositivo ante el riesgo de fuga del individuo.

"DOBLE EXTRALIMITACIÓN"

En el caso del primer delito de atentado y la falta de lesiones que se imputaba a Borja G.V, supuestamente cometidos al huir del control policial a bordo de su automóvil, el juez, cuya resolución ha sido ahora ratificada por la Audiencia de Valladolid, exime al procesado de cualquier responsabilidad tras considerar que, "pese al profuso interrogatorio" realizado, "ninguno de los testigos de cargo logró explicar cómo pudo engancharse el agente con el retrovisor del vehículo del acusado".

Más contundente fue la fundamentación absolutoria del juez con respecto al segundo delito de atentado, el relativo al posterior incidente en el domicilio de Borja G.V, ya que, en su opinión, "hubo una doble extralimitación policial", puesto que varios agentes de la Guardia Civil franquearon la valla del jardín y violentaron la puerta trasera de la casa sin contar con la preceptiva autorización judicial.

Los agentes, durante el juicio, alegaron que la valla se encontraba abierta y que entraron para auxiliar a los operarios de la perrera municipal, que habían sido requeridos para hacerse cargo de varios perros propiedad del imputado, y aseguraron que fue en ese momento cuando la puerta de la vivienda fue abierta por Borja G.V, que avanzó contra ellos portando una navaja en la mano.

Ante esa actitud supuestamente amenazante, uno de los agentes efectuó un disparo al aire que impactó en el techo del salón y al salir rebotado el proyectil hirió a uno de los funcionarios que se hallaba en la calle, junto a la puerta trasera.

Sin embargo, el juez no dio crédito a dicha versión, insistió en que la puerta fue violentada por los guardias--así lo demuestran los cristales rotos de la misma hallados en el suelo--y calificó de "dudoso" que el ahora absuelto, ante la irrupción inesperada en su vivienda de una numerosa fuerza policial, compuesta por al menos cuatro agentes, que tras romper la puerta trasera de su vivienda, le encañonaron con su armas, fuese capaz de reaccionar de la manera que éstos señalan, enfrentándose a ellos y a su evidente superioridad física y numérica".

Y es que, el juzgador, recordó también que el acusado fue inmediatamente reducido, sin lesión alguna para los agentes--el alcanzado por un proyectil fue herido por un compañero--y sin menoscabo siquiera en la indumentaria de ninguno de ellos", concluyó.