VALLADOLID, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
El que fuera agente de seguros Guzmán P. del O, quien entre los años 2006 y 2010 se quedó con más de 127.000 euros que distintos clientes le entregaron en dicho periodo para la tramitación de las correspondientes pólizas, se ha declarado culpable de los hechos pero ha alegado en su descargo que por aquel entonces padecía una grave ludopatía.
Ante el reconocimiento de hechos por parte de Guzmán P, quien, sin embargo, no comparte ni la calificación de los mismos ni las penas solicitadas por las acusaciones pública y particular, el juicio celebrado en la Audiencia de Valladolid ha quedado limitado únicamente a las testificales del procesado y del representante legal de Seguros Bilbao, entidad perjudicada por cuanto ha indemnizado a la clientela afectada.
En su declaración, el imputado, que entre 1997 y 2012 regentó una agencia de seguros en Tudela de Duero y trabajó como agente mediador para Seguros Bilbao, ofertando desde seguros básicos de vida hasta distintos productos financieros, ha confesado que recibió dinero de los clientes y que en lugar de tramitar sus pólizas lo incorporó a su patrimonio para sufragar el grave problema de ludopatía que padecía.
UN PROBLEMA SIMILAR EN 2000
De hecho, Guzmán P, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha explicado que ya en 2000 tuvo un problema similar pero que entonces su padre solventó la situación aportando dinero para tapar el descubierto. "El dinero me lo he gastado porque soy ludópata", ha asegurado el procesado, quien para afrontar su responsabilidad civil ha ofrecido los 30.000 euros por el traspaso de su negocio en 2012, cantidad retenida por Seguros Bilbao, y otros 2.000 que también tiene pendientes de recibir como beneficiario de un accidente doméstico.
En el trámite de conclusiones, el Ministerio Fiscal ha mantenido invariable su petición de cuatro años de cárcel por delito continuado de estafa, junto con el pago de 127.000 euros en favor de Seguros Bilbao, como entidad perjudicada, mientras que dicha mercantil, como acusadora particular, ha solicitado un total de nueve años al entender que el referido delito fue cometido en concurso medial con otro de falsedad en la confección de las pólizas.
La defensa, por su parte, considera que los hechos son constitutivos de un delito de apropiación indebida, sin llegar a concretar la pena solicitada, ya que ha dejado a criterio de la sala la imposición de la condena "más benigna posible".