CyL es la región que más emplea el viento para producir electricidad, según un informe de Red Eléctrica

Publicado: jueves, 23 marzo 2023 14:50

VALLADOLID, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -

Castilla y León es el origen del 22,5 por ciento de los gigavatio-hora de energía eólica que se produjeron en 2022 en nuestro país tras aumentar un 4 por ciento su producción eléctrica, hasta los 13.793 GWh. Este dato posiciona a la región como la autonomía española que más emplea el viento para generar electricidad y la que cuenta con la mayor participación de tecnologías renovables en el mix autonómico, con una cuota del 89,7 por ciento del total.

Así lo refleja el 'Informe del sistema eléctrico español 2022' y en el 'Informe de energías renovables 2022', documentos de Red Eléctrica que recogen las "principales magnitudes" del sector en España y que ha sido presentado en un acto celebrado este jueves.

Para la presidenta de Redeia, matriz de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, "los datos de 2022 evidencian que España es motor renovable de la Unión Europea". "Y todo apunta a que, gracias a los esfuerzos realizados el pasado ejercicio, 2023 será un gran año para la transición ecológica en la que está inmerso nuestro país", ha detallado.

Según se detalla en este documento presentado por Red Eléctrica, en Castilla y León el 59,6 por ciento de la producción eléctrica corresponde a la eólica, seguida por la hidráulica con una cuota del 19,1 por ciento, que ha sufrido un descenso del 49,6 por ciento derivado de la escasez de precipitaciones.

La solar fotovoltaica se convierte en la tercera tecnología, con una aportación del 8,5 por ciento, superando a la cogeneración, que representó el 8,2 por ciento del mix. Por otro lado, se han registrado aumentos del 4 por ciento y del 33 por ciento en eólica y solar fotovoltaica, respectivamente.

La potencia instalada en la región a cierre de 2022 alcanzó los 13.130 MW, un 5,3 por ciento más que en 2021 gracias a la incorporación de 404 nuevos MW de solar fotovoltaica y 233 MW de eólica. Así, el 95,6 por ciento de los MW que se pueden producir en Castilla y León son renovables y consolidadn así "su posición a la cabeza del ranking nacional en presencia instalada verde por regiones".

"La demanda de energía eléctrica en Castila y León, que supuso durante el 2022 el 5,3 por ciento del total nacional, registró 13.372 GWh, un 2,2 por ciento menos que en el 2021, lo que la sitúa en la línea de la tendencia nacional", ha recalcado.

DATOS NACIONALES

En el ámbito nacional, los datos de ambos informes evidencian que en 2022 España ha seguido demostrando su liderazgo renovable en la Unión Europea. El país ocupa la segunda posición en potencia instalada renovable y eólica tras Alemania. En el caso de la solar, nuestro país es el tercero que más potencia en servicio tiene tras Alemania y Holanda.

En términos de generación con estas tecnologías España es la segunda nación europea que más energía produce a partir del viento y del sol tras el país germano. Esto ha sido posible por el crecimiento que ha experimentado el parque generador renovable nacional. Durante el pasado año, estas fuentes sumaron 5,9 nuevos GW al parque generador español. De ellos, 4,5 GW fueron fotovoltaicos y 1,4 GW fueron eólicos.

Este nuevo impulso ha permitido que la eólica haya representado el 22 por ciento del mix y la fotovoltaica el 10 por ciento y que ambas tecnologías hayan registrado sendos récords de producción. En cómputo total, las renovables superaron en 2022 el 42 por ciento de la estructura de generación. El descenso de casi el 40 por ciento de la producción hidráulica ha impedido que la cuota de renovables superase registros anteriores.

Gracias a este potencial renovable, España "ha podido apoyar a los vecinos comunitarios". Por primera vez desde 2015, el país ha cerrado el año con saldo exportador y se trata, además, del mayor registro histórico, casi 20 TWh.

Por su parte, durante el año 2022 la demanda de energía eléctrica en España ha presentado un descenso del 2,4 por ciento respecto al año anterior, alcanzando un total de 250,4 TWh demandados. Una vez corregida la influencia de la laboralidad y de las temperaturas, resulta una reducción del 3,3 por ciento.