BURGOS, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Policía Local de Burgos detuvo a un conductor de 30 años de edad, cuya identidad responde a las iniciales de P.CI., tras dar un resultado positivo en la prueba de alcoholemia y morder a un agente.
Según informaron fuentes municipales, el detenido agredió al policía después de ser interceptado tras una persecución policial, en la que rebasó varios semáforos en rojo. El conductor tuvo que dar por finalizada su fuga cuando perdió el control de su vehículo tras realizar un giro a gran velocidad.
Los hechos se produjeron sobre las 04.00 horas del viernes día 10 de febrero de 2006, instante en el que una dotación de agentes locales, que realizaba un servicio de patrulla por la Avenida de Cantabria, observó cómo un turismo se incorporó a esta vía a gran velocidad después de rebasar un semáforo en rojo en la Avenida del Cid, con lo que obligó a esta dotación policial a frenar bruscamente.
Los agentes iniciaron la persecución de dicho turismo y avisaron de esta situación al resto de dotaciones policiales, una de las cuales localizó el vehículo cuando salía derrapando de una glorieta. Cuando los agentes lograron interceptarle, P.C.I. salió del vehículo e intentó huir a pie, lo que motivó un forcejeo con los agentes locales en el que uno recibió un fuerte mordisco en un brazo, lesión de la que posteriormente fue asistido en el hospital.
Una vez identificado, la Policía le sometió a la prueba de alcoholemia en la que dio positivo. Tras la instrucción del atestado, los agentes le trasladaron a la Comisaría, donde paso a disposición judicial.
