Fiscalía mantiene su petición de cárcel para la empleada del Deutsche por la estafa de préstamos dentales

La extrabajadora se expone a una condena de cinco años de cárcel y su compañero de banquillo y solicitante de uno de esos créditos, a dos años y medio

Trib.Doce de los catorce encausados por la trama de préstamos bucodentales pactan condenas que suman 17,5 años de cárcel
Trib.Doce de los catorce encausados por la trama de préstamos bucodentales pactan condenas que suman 17,5 años de cárcel - EUROPA PRESS
Europa Press Castilla y León
Actualizado: martes, 6 mayo 2025 17:49

VALLADOLID, 6 May. (EUROPA PRESS) -

Fiscalía de Valladolid ha mantenido su petición de cinco años de prisión para la que fuera gestora de la sucursal del Deutsche Bank en la calle Duque de La Victoria de la capital, Carmen C.P, y de dos años y medio para su compañero de banquillo, Darwin R, al considerar probada su implicación en una trama delictiva que entre los años 2016 y 2017 obtuvo préstamos bancarios para supuestos tratamientos bucodentales que quedaron impagados y ocasionaron un perjuicio de unos 180.000 euros.

Tras la primera jornada celebrada el lunes en la que otras doce personas encausadas, entre ellas el empresario dental y cabecilla de la trama, Rubén A.R, se conformaron con una serie de condenas que en su conjunto suman diecisiete años y medio de prisión, la vista de este martes ha servido para conocer las versiones exculpatorias tanto de la exempleada bancaria como uno de los solicitantes de los préstamos personales que en teoría eran para someterse a un tratamiento bucodental en la clínica del citado industrial pero que luego no fueron abonados a Deutsche Bank y otras entidades.

Así, a preguntas de las acusaciones, la que fuera gestora de Deutsche, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha eludido responsabilidad alguna en lo ocurrido--su propia directora la exculpó en la primera jornada--y ha explicado que su cometido se ciñó exclusivamente a recoger la documentación, fundamentalmente consistente en el DNI, fotocopia de las tres últimas nóminas, la Declaración de la Renta y solicitud de tratamiento bucodental de cada uno de los solicitantes de los préstamos, sin que la verificación de toda ello corriera por su cuenta.

La acusada, que entró en el banco en mayo de 2016 con un "contrato junior y de prueba", hacía acto seguido entrega de toda la documentación a la directora de la sucursal y era ésta la encargada de revisarla junto con el Interventor de la entidad, para luego remitir todos los documentos al Departamento de Riesgos en Madrid, encargado final de aprobar las operaciones.

En su declaración, Carmen C.P. ha explicado también que fue el empresario dental Rubén A.R--ha sido condenado en otras dos ocasiones anteriores a casi 22 años de cárcel como ideario del 'Crimen de La Circular' y por liderar una banda dedicada al robo de vehículos--el que se personó un día en la entidad para solicitar financiación. La acusada recuerda que le concertó una entrevista con la directora y ésta le planteó dos vías de financiación, bien a través de una línea de crédito para la clínica o bien acudiendo con sus propios pacientes para solicitar préstamos personales.

CHAT PARA RECLAMAR EL ABONO DE LOS CRÉDITOS

El empresario eligió la segunda de las vías, de forma que la sede del Deutsche Bank en Duque de La Victoria comenzó a recibir el 'desfile' de supuestos pacientes de la clínica 'Rubaldent', de la que era titular Rubén A.R, para solicitar en su conjunto más de cuarenta créditos personales por importe global de 180.000 euros que una vez concedidos empezaron a resultar impagados.

"Yo no sabía que toda esa documentación fuera falsa. Inicié un chat con Rubén con el único objetivo de recuperar la mora, es decir, para que sus clientes fueran pagando los créditos. Yo estaba desesperada porque todos sus clientes estaban cayendo en mora y le pedí que hiciera algo", ha apuntado Carmen C.P, quien ha añadido que además de dicho chat, que inició por encargo de su propia directora, abrió otros ocho con otros tantos clientes morosos apremiándoles para que realizaran algún ingreso.

Tras la declaración de la extrabajadora bancaria, a la que solo imputa la acusación pública, que junto con una pena de cinco años de cárcel pide para ella una responsabilidad civil de 180.000 euros, el otro acusado, Darwin R, se ha declarado también inocente aunque con una argumentación "rocambolesca" e "increíble", en palabras de las acusaciones, ya que sostiene que lo que el 'cerebro' de la trama le pasó a firmar entendió que no era un préstamo sino un contrato laboral para mantenimiento en una empresa de logística.

"No he recibido ningún dinero. Es cierto que Rubén me ofreció pedir un crédito pero yo me negué y lo único que hice fue firmar lo que pensé que era un contrato", ha insistido Darwin, quien, además, ha añadido que cuando el día 4 de noviembre de 2016 acudió a un encuentro con Rubén para estampar su rúbrica en los papeles creyó que se encontraba en la clínica dental, en lugar de la sede del Deutsche Bank donde realmente tuvo lugar el trámite.

Concluida la testifical de ambos acusados--fiscalía y el Deutsche piden para Darwin, además de dos años y medio de cárcel, una responsabilidad civil de 18.000 euros--, las acusaciones han expuesto sus informes en los que han mantenido sus peticiones de condena y las defensas de Carmen y Darwin los suyos en los que reclaman del tribunal un fallo absolutorio.

En el caso del letrado de la extrabajadora bancaria, su letrado ha vuelto a reclamar la absolución por nulidad de actuaciones, al entender que la investigación del chat entre su clienta y Rubén por parte de la policía vulneró todos los derechos de la acusada al "carecer de una resolución motivada", pero también ha fundamentado dicha petición en la inocencia de la mujer, a la que considera "víctima de una trama que se la coló al Deutsche Bank y otra decena de entidades bancarias mediante la presentación de documentación falsa para luego quedarse con el importe de los préstamos".

"La directora de la entidad y tres gestoras comerciales han confirmado que la validación y control de la documentación no corría por cuenta de la acusada, que no participaba en modo alguno en esos filtros. El propio banco no acusa a Carmen, cuya actuación se limitó a recoger la documentación y luego, al comprobar que se producían los impagos, a reclamar a los solicitantes el abono a través de distintos chats", ha resumido el defensor mientras su representada, a pocos centímetros de él, apenas podía reprimir el llanto por encontrarse en esta situación seis años después.

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