El Gobierno pedirá la declaración de Memoria de la Humanidad para el archivo de la represión franquista

Actualizado: miércoles, 17 noviembre 2010 17:00

Afirma que de no ser por su antigüedad, documentos custodiados en Salamanca como los que ahora se devuelven se destruirían

VALLADOLID, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno de España pedirá a la Unesco la declaración de Memoria de la Humanidad del archivo de la represión franquista, compuesto por unos 3,5 millones de fichas policiales, que actualmente alberga el Centro Documental de la Memoria Histórica, ubicado en Salamanca.

Así lo afirmó este miércoles el director general del Libro, Archivos y Bibliotecas, Rogelio Blanco, durante la inauguración en Valladolid de la exposición 'D(escribiendo) miradas: La Edad de Plata vista por Alfonso', con imágenes de Alfonso Sánchez Portela.

Blanco recordó que esta propuesta, junto con la de los 'documenta' que certifican la primera participación popular en las Cortes de León, pretende sumarse a las declaraciones ya conseguidas para el Tratado de Tordesillas o las Capitulaciones de Santa Fe.

El director general del Libro incidió en que el archivo de represión que existe en el Centro Documental de la Memoria está compuesto por 3,5 millones de fichas del llamado también "archivo masónico".

Blanco aclaró que no es de extrañar que se pueda declarar Memoria de la Humanidad a pesar de ser un archivo moderno, ya que en la última declaración se incluyeron los diarios de Ana Frank o la documentación del proceso de Mandela.

En este contexto, en respuesta a las preguntas de los periodistas sobre la salida de documentos del Centro Documental, Rogelio Blanco incidió en que se lleva muchos años debatiendo "el archivo dichoso de la Guerra Civil" y quizá falte información y "mucha pedagogía" sobre en qué consiste ese archivo.

CONFECCIÓN DEL ARCHIVO POLICIAL

Así, aclaró que a este lugar llegaron 850 toneladas de documentación incautada por un ejército ganador en diversos puntos, perteneciente a administraciones, entidades, partidos, etcétera, de forma que esa documentación se desplazó de su sitio natural y llegó a Salamanca. Actualmente, explicó, quedan 150 toneladas --de las 850 iniciales--, mientras que el resto ha desaparecido porque se utilizó únicamente para "hacer un vaciamiento" y conseguir información para el archivo policial que cuenta con 3,5 millones de fichas policiales.

Blanco insistió en que estas fichas es el resto de esta documentación sacada de los cientos de toneladas de papel que posteriormente fue reciclado por necesidades de materia prima. "Ese archivo creado en Salamanca, de represión con fines policiales y de persecución, nadie lo cuestiona, está intacto", añadió.

En esta línea, explicó en que los documentos iban desapareciendo según se iban cumplimentando fichas policiales y las 150 toneladas que quedaron es la documentación "menos importante y sustanciosa" y puso como ejemplo la que se va a devolver a Cataluña relativa a la CNT, que la Generalitat tiene que entregar al particular, y que en la mayoría de los casos, si no tuviera los años que la Ley de Patrimonio obliga para que sea preservada por su antigüedad, "no pasarían un expurgo".

En este sentido, explicó que estos legajos son miles de carnés de partido, notas de gasto de transporte, dietas, recibos de donativos, etcétera, documentación que "en condiciones de técnica archivística se deja un protocolo y el resto se destruyen".

A modo de ejemplo, comparó estos papeles con los 50 kilómetros de documentación relativa a los impuestos de lujo de los automóviles que recientemente se han destruido, de los que se dejan unos protocolos y el resto se elimina porque "ya no existe el automóvil ni el bastidor ni el propietario".

Por lo tanto, insistió en que esas 150 toneladas que quedan hay obligación de preservarlas por su antigüedad y añadió que entre ellas hay muchos libros, que son 'policopias'. "Por lo tanto el contenido archivístico que ha quedado en Salamanca de aquello que se expolió es el archivo de una calidad baja", dijo Blanco, quien aclaró que lo que "sí es rico" es el archivo de fichas policiales que se generó, que queda en Salamanca formando una unidad y "no se puede romper porque además se generó allí".