VALLADOLID 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
La muestra 'Maestros de la Acuarela' rescata más de medio centenar de obras y autores desconocidos pero vinculados al auge de la acuarela en la Barcelona de principios del siglo XX para mostrarlas en la sala de exposiciones de Las Francesas de Valladolid.
Reconocidos artistas como Picasso, Miró o Dalí arropan en la muestra a otros desconocidos que, a través de sus obras, aproximan al público la realidad de la acuarela de la época y las escenas para las que esta técnica, abandonada durante siglos por su complejidad, fue empleada: paisajes, imágenes costumbristas, carteles publicitarios, retratos, marinas, escenas animales, florales o desnudos.
La comisaria de la muestra, María Toral, ha considerado "muy especial" esta propuesta, que selecciona obras "que están fuera del circuito comercial" como las Flores de Cayeux y Partagàs; paisajes de Frederic Lloveras i Herrera, Ceferí Olivè i Cabré, Joan Pedregosa, Manuel Bordallo i Solé o Lluis Rigalt i Farriols; las marinas de Roger Deulofeu i Bonnin, Ezequiel Torroella i Mató y Dionís Baixeras i Verdaguer; los desnudos de Darius Vilàs i Fernàndez, Isidre Nonell i Monturol, Francesc Gimeno i Arasa o los paisajes urbanos de Alfons Iglesias y Josep Amat i Pagés, nacidos entre 1814 y 1942.
Rescatadas de colecciones privadas vistas únicamente en Cataluña, estas obras nacen al amparo de la moda por la acuarela, que llegó a España por influencia de los impresionistas franceses, y de las facilidades que esta técnica ofrece a la hora de trabajar en espacios abiertos.
Los colores, la luz y la transparencia son seña de identidad del más de medio centenar de obras que se exhiben y que, según Toral, los artistas crearon, gracias a las ventajas que ofrecía para salir del estudio, con el fin de completar sus producciones artísticas.
DESDE LOS EGIPCIOS AL SIGLO XXI
La acuarela es una técnica caracterizada por su antigüedad ya que los egipcios la utilizaban para ilustrar sus papiros y en el siglo VIII los chinos la aplicaban sobre la seda o el papel de arroz; la evolución de esta técnica fue paulatina y en sus principios, en Europa, era utilizada por los artistas de una forma puntual.
Fue el alemán Alberto Durero quien empezó en el Renacimiento a manejarla con más asiduidad y con la llegada del óleo, la acuarela se interpretó principalmente como un complemento, "como un medio utilizado para realizar estudios o bocetos preliminares quedando relegada a un segundo puesto".
No sería hasta el siglo XVIII, en Inglaterra, cuando la acuarela empezó a desarrollarse como una técnica más precisa y a partir de ese momento en Francia, y por supuesto en Inglaterra, la acuarela de convirtió en una de las técnicas más deseadas entre los artistas como Fragonard o Turner.
El desarrollo de las medios de locomoción, asimismo, permitió el desplazamiento de los artistas de forma que podían conocer nuevos lugares y paisajes y la acuarela se convirtió entonces en un aliado esencial para captar los colores y las luces de esos nuevos objetos de deseo de los acuarelistas.