El proyecto forestal de Soto de Medinilla mejora la supervivencia de las plantaciones entre un 40 y un 50 por ciento

Visita a las plantaciones en la parcela de Soto de Medinilla
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 20 marzo 2015 14:02

Incluye 18.507 árboles y 13.750 plantas aromáticas

VALLADOLID, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -

El proyecto europeo Quick Urban Forest afronta en una parcela situada en la zona de Soto de Medinilla la tercera fase de plantación de especies autóctonas y avanza en la monitorización del crecimiento de estos árboles y arbustos, en los que se ha percibido una mejora de la supervivencia de entre un 40 y un 50 por ciento gracias a las técnicas empleadas de micorrización y conservación de la humedad.

El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, acompañado por el concejal de Desarrollo Sostenible, Jesús Enríquez, y representantes de las empresas que cofinancian y promueven este proyecto LIFE han visitado la zona, en la que varios grupos de escolares de 5º y 6º de Primaria del colegio Juan XXIII plantaban nuevos árboles.

Una de los responsables del proyecto Susana Domínguez ha explicado que las primeras plantaciones comenzaron ya hace un año, en la primavera de 2014, y que se llevó a cabo una segunda fase el pasado otoño. Actualmente, se acaba de iniciar la tercera etapa de la plantación.

Por el momento, ha explicado, gracias a la monitorización permanente a la que están sometidos los ejemplares plantados, se han obtenido datos que apuntan que las técnicas de retención de humedad y de micorrización han aumentado la supervivencia de las plantas entre un 40 y un 50 por ciento.

Además, según fuentes del Área de Desarrollo Sostenible del Ayuntamiento, los tratamientos consiguen aumentar la humedad media del suelo entre un 5 y un 12 por ciento. A 40 centímetros de la superficie, el aumento de la humedad es entre dos y tres veces mayor con los nuevos tratamientos; mientras que a 20 centímetros se incrementa entre un 30 y un 100 por ciento.

En esta parcela municipal de 13,1 hectáreas, catalogada en lo urbanístico como sistemas generales, se prevé plantar un total de 18.507 árboles y unas 13.750 plantas aromáticas, con el fin de probar nuevas técnicas que permitan mejorar la calidad del suelo y reforestar una zona urbana que se encontraba degradada. La parcela, de orografía plana, está delimitada por el río Pisuerga, la Ronda Norte, la avenida de Santander y el convento de Jesús y María.

En este sentido, el alcalde de la ciudad ha reconocido que el suelo era "bastante deficitario", pero ha destacado que gracias a este proyecto, dotado con un presupuesto de 1.356.000 euros, de los que un 45% proceden de fondos europeos, se conseguirá un ahorro en consumo de agua y un mejor crecimiento de las plantas gracias a las nuevas técnicas.

Las entidades que participan en el proyecto realizan un seguimiento de cada una de las especies, con sus diferentes tratamientos, mediante el uso de técnicas de teledetección automática, con el objeto de tener un control "inmediato y exhaustivo" del crecimiento y estado de cada una de las plantas sin acudir físicamente a la parcela.

Según ha explicado la responsable de la Sociedad Investigación y Divulgación del Medio Ambiente, Susana Domínguez, se controlarán las alturas y diámetros de los ejemplares plantados, así como la función de las 'micorrizas', hongos que ayudan a mejorar el suelo en torno a las raíces y a que los ejemplares tengan mayor resistencia a las enfermedades, al estrés hídrico y a la contaminación.

La otra técnica empleada consiste en la colocación de polímeros en el sustrato que permiten absorber y retener la humedad con el fin de que las raíces de las plantas la aprovechen al máximo.

En la parcela se plantarán, cuando concluyan las distintas fases, hasta 18.507 ejemplares de encina, quejigo, almendro, arce, pino y sabina. Además, se ha realizado una plantación perimetral de 13.750 plantas aromáticas como salvia, satureja, lavanda y santolina, en las que se ha alternado con y sin retenedor.

EN PAÍSES DEL SUR DE EUROPA

El proyecto se desarrolla en países del sur de Europa, en zonas de clima continental y terrenos con suelos pobres. Esta finca en su día tuvo uso agrícola de labor, y una vez desarrolladas las especies, quedará como un parque forestal para disfrute de los ciudadanos. Según Susana Domínguez, una vez se confirmen los resultados positivos de la experiencia, se podrá trasladar a otros lugares.

Al margen del ensayo la iniciativa se complementará con la plantación de otras especies y la mejora de caminos, que servirán para dotar a la zona de mayor visibilidad.

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