VALLADOLID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Grupo Socialista ha pedido a la Junta de Castilla y León que garantice las rentas de agricultores y ganaderos con la subvención de seguros y la ayuda a la remolacha, líneas suprimidas en los Presupuestos Generales de la Comunidad (PGC), algo para lo que considera que "está a tiempo".
Así lo ha expresado la procuradora socialista Ana Sánchez, quien considera que la supresión de estas ayudas supone un "error" que ha pasado "todas las líneas rojas" que afectan a las rentas de los agricultores.
Sánchez ha asegurado que mientras Mariano Rajoy "descarga" el peso de la crisis en los más débiles, en las clases medias, en Castilla y León se hace en los agricultores y ganaderos, a los que se les incrementan los costes de forma "insaumible", "a traición" y "sin previo aviso".
Aunque considera que hay que hacer recortes y priorizar ante los momentos difíciles, cree que hay que hacer "honor" a la palabra dada, ya que el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, dijo que iba a ser un sector "estratégico".
Por ello, ha asegurado que se está a tiempo de enmendar, entre tantas decisiones de recortes, dos "inaceptables" que "traspasan todas las líneas rojas", el recorte a las ayudas a la remolacha que afecta a más de 6.000 agricultores y sus familias y el de las partidas de los seguros agrarios que afecta a otros 65.000.
"Medidas de las que se vanagloriaban, medidas estrellas que atacan directamente a las rentas de los agricultores y ganaderos y sus familias", ha señalado Sánchez, quien ha recordado que "dignidad" es "lo que debe ser respetado".
AUMENTO DE LOS SEGUROS
Como ejemplo ha puesto el incremento del seguro en una explotación con 110 cabezas de ganado vacuno, que es de 480 euros más, mientras que en aquella que tiene 290 cabezas el aumento es de 5.570 euros, dinero con el que contaban, algo que ha calificado de "inadmasible".
En el caso de la ayuda a la remolacha, ha indicado que en una explotación con 700 toneladas a la que se le suprime los tres euros de ayuda pierde 2.100 euros, pero además ha incidido en que la raíz ya se ha entregado. "Inadmisibles recortes para las rentas de los agricultores y ganaderos", ha reiterado la procuradora socialista, que considera que aún se está a tiempo de cambiar.
Frente a esta opinión, la consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, ha asegurado que las rentas están garantizadas porque la Junta ha "priorizado" el apoyo a la competitividad de las explotaciones, lo que supone una garantía para las rentas, para lo que ha potenciado la modernización de explotaciones o la incorporación de jóvenes.
Además, ha señalado que en este presupuesto se garantiza "lo que abona cada una de estas partidas que es la garantía de cofinanciación de las líneas del Estado y el Programa de Desarrollo Rural que apoya la Unión Europea".
Silvia Clemente ha explicado que de los 490 millones de euros de presupuesto de la Consejería, 202 son ayudas directas para acciones de competitividad a través de inversiones, modernizaciones e incorporaciones de jóvenes.
A esta cantidad, la consejera suma otros 923 millones de la Política Agrícola Común (PAC), de manera que más de 1.100 millones de euros van a parar a las rentas de los agricultores, lo que representa el 30 por ciento de la renta agraria, más que el presupuesto de cualquiera de las consejerías de las que van destinados a un sector. "Se garantizan de manera muy dignas las rentas de los cerca de 70.000 agricultores y ganaderos", ha añadido Clemente.
En este contexto, ha incidido en que la Junta ha decidido de forma "meditada" y "muy pensada" suprimir las dos líneas de ayuda en cuestión, las de los seguros agrarios y la remolacha, ante la necesidad de recortar los presupuestos.
Silvia Clemente ha asegurado que las industrias cobran 300 euros de más por tonelada (el precio base está a 400 euros y el internacional en 700), por ello ha afirmado que le "llama la atención" que los socialistas, un partido "que defiende a los que menos tienen", pidan el mantenimiento de esta ayuda cuando lo que plantean es que sean las industrias, "las que más cobran" y "obtienen rendimiento por la remolacha", paguen a los agricultores tras un momento de "transición" y una vez "estabilizado" el cultivo, de la misma forma que las industrias lácteas pagan la leche o se pagan los cereales para fabricar piensos.