ÁVILA, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
A las 11.03 horas de este lunes ha sido tratado el primer paciente oncológico con radioterapia en el Hospital Nuestra Señora de Sonsoles, un "día histórico para la institución y para los pacientes oncológicos de Ávila", ha asegurado la gerente de Asistencia Sanitaria de Ávila, Isabel Martiño Díaz.
Hoy se ponía en marcha, tras años de lucha de la sociedad abulense, la unidad satélite para ofrecer tratamiento radioterápico a los pacientes oncológicos de la provincia, que hasta el momento se tenían que desplazar a ciudades como Salamanca o Madrid, con el tiempo que suponía el desplazamiento.
Hoy comenzaban su tratamiento dos personas, en ambos casos "con tumores de próstata", y ya estaban previstos dos pacientes más: uno para el miércoles y otro para el jueves, ha explicado Gabriela García, oncóloga radioterápica del Hospital Nuestra Señora de Sonsoles de Ávila, quien ha asegurado que tras meses de preparación se ha vivido esta mañana un momento "emocionante para todos y muy gratificante para todo el equipo".
Esta unidad, que comienza hoy su funcionamiento, irá acogiendo pacientes en función de la planificación que ya se está llevando a cabo y que aumentará de manera progresiva, hasta esperar ofrecer, en dos meses, tratamiento a cerca de 20 pacientes al día", y cerca de 400 al año.
Esta unidad dependerá del centro de referencia que será el de Salamanca, pero gran parte del funcionamiento será autónomo. "El objetivo es asegurar la viabilidad de la radioterapia en los centros pequeños, como es este con un solo acelerador, sin menoscabo de la calidad de los tratamientos", ha asegurado el jefe de Oncología Radioterápica del Complejo Asistencial de Salamanca, Luis Pérez Romasanta.
Para ello se requerirá contar con personal en el centro satélite y también personal vinculado al centro de referencia, con el fin de que "se comparta la docencia, la formación y la investigación".
Es una experiencia "interesante que permite acercar la radioterapia a la población sin comprometer la viabilidad y la calidad de los tratamientos", ha señalado Romasanta.
Actualmente se encuentran en proceso de selección de personal para poder integrarlo en esta unidad, que "requerirá tres oncólogos"; por ahora, se encuentran en ella dos, la doctora García, de manera prácticamente permanente en Ávila, y otro médico más "que vendrá de Salamanca", al que se sumará, una vez "que haya suficientes pacientes para habilitar el turno de tarde", un efectivo más casi de manera permanente.
MÁS QUE UN ESPACIO
La coordinación de esta unidad satélite con el centro de referencia salmantino se basa en que "la dependencia jerárquica es única. El personal asignado a esta unidad depende del jefe de servicio de Radiofísica y el jefe de servicio de Oncología Radioterápica del hospital de referencia", ha explicado el doctor Luis Pérez.
Pero también esta coordinación se basa en la "movilidad del personal", ya que el de Salamanca podrá participar en las labores asistenciales de Ávila, y el personal de Ávila podrá ir a Salamanca para "entrenamiento, perfeccionamiento o desarrollo de nuevas técnicas".
Los pacientes se ahorran de este modo muchas horas de viaje y de espera para pasar a recibir su tratamiento, en ocasiones, al lado de casa. Luego, el tiempo de tratamiento dependerá de "la localización que queramos tratar", ha explicado la doctora Gabriela García.
"Los de hoy requerían una preparación previa de 45 minutos", pero otras veces es más sencillo y el paciente tan solo se tumba y, "si el control de imagen es correcto", se recibe el tratamiento en unos minutos.
El espacio, además, es único. El lugar donde se encuentran situadas tanto las salas de consulta, como la de espera y las de tratamiento es en un edificio construido al lado del edificio que alberga el hospital en sí.
Según fuentes consultadas por Europa Press, todo ello "ayuda de manera psicológica, emocional, al paciente", ya que recibe una fuente de luz natural clara y luminosa cuando acude a tratarse, además de contar con altos techos, amplias cristaleras en todas las paredes y puertas de los despachos, que permiten crear un "ambiente agradable" y "pacífico".
Todo, además, está pintado de color blanco y una de las paredes cuenta con un jardín vertical, eso sí, de vegetación plastificada, por no poder usar en este tipo de lugares plantas naturales.