Varios mineros de la HVL dicen que estaban "preocupados" por las condiciones del macizo escenario del accidente

Actualizado: lunes, 20 febrero 2023 18:36

LEÓN, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de lo Penal número 2 de León ha acogido hoy la primera sesión de las testificales en el caso por la muerte de seis mineros en el año 2013 en el Pozo Emilio del Valle de Llombera de Gordón (León), perteneciente a la Hullera Vasco Leonesa (HVL), donde varios de los trabajadores que resultaron heridos han comparecido y han reconocido que había "preocupación" por la seguridad en la explotación minera.

Uno de los testigos llamados a declarar, Javier Cabello, que ejercía de sutirador, ha asegurado que "la cosa no estaba buena" y que se encontraban "preocupados", a la vez que ha afirmado que en la explotación "hubo accidentes previos" y que "algo se hablaba entre los compañeros" con respecto a las condiciones de la bóveda y a la presencia de gas en la mina.

"No sé si el accidente era previsible o no. No soy técnico de Minas. Pero que allí había una bóveda grandísima, eso lo vi yo. Y es peligroso", ha señalado durante su declaración, en la que ha afirmado que en el momento del accidente escuchó "un golpe grande" y un "bufido muy fuerte por la galería adelante".

Ha insistido en que estaban "preocupados por el gas" y por el hecho de que "la rampla llevaba muchos días en bóveda", aunque ha comentado que las indicaciones que le daban era la de "sutirar todos los días", a pesar de esas circunstancias algo que, según ha señalado, se le trasladó al vigilante porque los trabajadores "estaban nerviosos".

Además, ha afirmado que solían "represalias" a los trabajadores que advertían de cuestiones relacionadas con la seguridad, como el "cambio a turnos donde se ganaba menos", aunque también ha señalado que en los momentos en los que durante los trabajos "se detectaba bóveda", se aplicaba el protocolo y "había que parar".

GAS ALTO

Por su parte, otro de los trabajadores que se encontraba en la explotación minera el día del accidente, Amancio Viñayo, también ha declarado que el día del siniestro no notó "nada que no hubiera pasado la semana anterior".

Así, ha reconocido que en la explotación "el gas siempre estaba alto" en el macizo siete en el que se produjo el accidente, y había bóveda" que era "anómala", aunque ha comentado que "personalmente" no "recuerda" haber dado traslado de esas situaciones.

En la primera jornada de testificales también ha declarado otro picador, Roberto Julián Crespo, que ha coincidido en señalar que existían esas inquietudes relacionadas con la presencia del gas y con el hallazgo de bóveda en el macizo, que los mineros abandonaban habitualmente cuando se detectaban riesgos, a diferencia de lo que sucedía en otros puntos de la explotación.

RESCATES

En la misma jornada también ha declarado Juan Manuel Menéndez, que apenas ha respondido preguntas al afirmar que no recordaba "nada", así como el Arpad Acs Harmath, trabajador de origen húngaro, que ha comparecido por videoconferencia y con traductora, y que era el encargado de custodiar los explosivos para las voladuras.

Todos ellos, además, han relatado cómo rescataron o fueron rescatados el día del accidente y han afirmado que estaban provistos de las medidas de seguridad básica, proporcionadas por la empresa, que también les había formado en el uso del autorescatador.

Estos testimonios han sido parte de los 36 testigos que están llamados a declarar en este juicio, después de en las semanas precedentes lo hicieran los 19 acusados.