Vecinos de La Adrada (Avila) se muestran "consternados" por los presuntos asesinatos y la muerte del vigilante jurado

Actualizado: martes, 10 enero 2006 17:29

AVILA, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los vecinos de la localidad abulense de La Adrada se mostraron hoy "consternados" tras reconocer como paisano suyo al vigilante jurado, Manuel R. T., que presuntamente disparó ayer en el Palacio de Telecomunicaciones de Madrid a tres compañeros de trabajo y que después se suicidó.

Sus vecinos confirmaron hoy -en declaraciones a Europa Press- que era "un chico normal y serio", al que le gustaba mucho la caza y que por su trabajo "no se dejaba ver demasiado por La Adrada", aunque todos destacaron de su madre, Angelines Torrecilla, que es "una bellísima mujer".

Desde ayer por la tarde, según explicaron los vecinos del número 6 de la calle La Iglesuela, donde reside su madre, el domicilio familiar está "vacío" porque una de sus dos hijas "se la debe haber llevado a su casa", con el fin de que no pasara estos momentos de angustia sola.

Los adradenses que le conocían, que a lo largo de esta mañana han ido conociendo el suceso, también aseguraron que "su madre estaba preocupada por él con tanto ir y venir" y que sorprendía "lo mucho que cambiaba de trabajo", desplazándose a Toledo o a Madrid y "lo poco que le duraban" los empleos, a sus 35 años de edad.

El alcalde de esta localidad del valle del Tiétar, Hilario Gabriel Rueda, señaló que aunque no le conocía personalmente todos sus allegados hablaban "bien" de él, decían que era "un chico muy normal" que "nunca ha ocasionado ningún problema en el pueblo".

Por su parte, uno de los socios de la Asociación de Cazadores de La Adrada, Javier Cacho, que lamentó su pérdida, reiteró -en declaraciones a esta agencia- que era una persona "muy normal y muy sociable", "nada agresiva ni violenta", cuyo comportamiento "nada hacía sospechar que fuera hacer una cosa así".

No obstante, en esta localidad de algo más de 2.000 habitantes son muchos los vecinos que afirmaron no conocer al presunto homicida, aunque la mayoría de ellos sí reconocieron a su madre, a la que calificaron en reiteradas ocasiones de "una bellísima persona".