ZAMORA, 2 Ene. (EUROPA PRESS) -
El zangarrón de Montamarta le ha dado la bienvenida al Año Nuevo, como manda la tradición de una de las mascaradas con mayor proyección de la provincia de Zamora. Los quintos de la localidad han organizado este festejo en el que también han participado aquellos habitantes del pueblo que cumplieron la mayoría de edad el año anterior, pero que se vieron apartados de la celebración por la suspensión que trajo consigo el COVID.
En esta ocasión, Montamarta sí ha podido celebrar esta mascarada con la habitual careta negra que diferencia al zangarrón de Año Nuevo del que sale a las calles el día de Reyes. Así, tras el largo proceso de vestimenta protocolario, el protagonista de la fiesta se ha echado a la calle a pedir el aguinaldo y ha ido cubriendo los hitos de una tradición que se remonta muchos años en el tiempo y que está relacionada con ritos de la fertilidad y de la llamada a las buenas cosechas.
También, como es costumbre, el zangarrón ha protagonizado varias carreras en el centro del pueblo, aunque el COVID ha frenado parte de la tradición, que consistía en que el protagonista de la mascarada le ofrecía al mozo al que atrapaba un trozo de longaniza que la "víctima" debía comer directamente a bocados. La situación sanitaria resulta incompatible con esa acción, por lo que la organización ha determinado suprimirla.
Por lo demás, la tradición se ha cumplido como es costumbre, y así está previsto que suceda de nuevo el próximo 6 de enero, con un cambio en la identidad del zangarrón y con la salida a las calles del personaje con la máscara roja.
