27-M.- Zapatero y Maragall no se saludan en el acto central de campaña del PSC en Barcelona

Actualizado: jueves, 24 mayo 2007 22:13

Cuatro miembros de Custodia Compartida interrumpen el mitin del presidente del Gobierno

BARCELONA, 24 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, y el ex presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, coincidieron hoy, por primera vez tras las críticas del socialista catalán al líder de su partido, en el acto central de campaña de alcaldable socialista, Jordi Hereu, sin llegar a saludarse públicamente.

En el primer acto en que aparecían juntos después de que Maragall revelara, en una entrevista a 'L'Avenç', que se sintió "traicionado" por el presidente del Gobierno en el proceso de reforma del Estatut y le acusó de "haber pasado del federalismo al felipismo", ambos dirigentes no llegaron a dirigirse la palabra en ningún momento.

Con 40 minutos de retraso respecto a la hora prevista, dio comienzo la "fiesta" del PSC, como la denominaron los presentadores del mitin, con la entrada de la comparsa de cabezudos de Barcelona, que bailaron, al son de la 'gralla', entre los 6.000 militantes y simpatizantes socialistas que llenaban el Pabellón de la Mar Bella.

El baile de los cabezudos coincidió con la llegada de Maragall, que hizo su entrada en la zona vip del estadio --poco antes de la llegada del presidente de la Generalitat, José Montilla, y Jordi Hereu--, acompañado del ministro de Industria, Comercio y Turismo, Joan Clos, y la consellera de Justicia de la Generalitat, Montserrat Tura.

Maragall saludó efusivamente a los integrantes de las primeras filas, entre ellos la esposa del presidente Montilla, Ana Hernández, al lado de la que se sentó después de repartir abrazos a diestro y siniestro, con especial cariño al cantante Moncho, sentado en la segunda fila, pero también a dirigentes socialistas como Manuela de Madre, Celestino Corbacho y José Zaragoza, entre otros.

Poco después de que Maragall tomara asiento, entre la esposa del presidente catalán y al candidato del PSC en Tarragona, Jordi Ballesteros, hicieron su entrada en el recinto el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, el presidente catalán, José Montilla, y el alcaldable socialista de Barcelona, Jordi Hereu.

El presidente del PSOE recorrió el escenario instalado a la cabecera del pabellón y descendió hasta su asiento --entre Montilla y Hereu-- por el lado opuesto al que había entrado, lo que evitó su encuentro directo con Maragall, de forma que no llegaron a saludarse públicamente.

MASCÓ, MONCHO Y JUSTO MOLINERO.

Entre los asistentes de honor al mitin central de Hereu en Barcelona se encontraban todos los consellers socialistas, a excepción de Joaquim Nadal, el delegado del Gobierno en Catalunya, Joan Rangel, diversos diputados y dirigentes del partido, así como representantes del mundo cultural como Judith Mascó, Javier Gurruchaga, Moncho y Justo Molinero, quien ha expresado ya su apoyo a Hereu pese a ser militante de CDC.

El espectáculo central del PSC contó con la actuación de una trapecista, que envuelta en una bandera roja se alzó y descendió por una cuerda sobre el escenario y finalizó entregándole una rosa al candidato Jordi Hereu.

Al finalizar el mitin, que cerró el presidente Zapatero, salieron del escenario del pabellón serpentinas de colores rojo y amarillo, que cayeron encima de las primeras filas que llenaban el auditorio, entre los que se pudo ver a los alcaldables socialistas por L'Hospitalet de Llobregat y Badalona, Celestino Corbacho y Maite Arqué, respectivamente.

Montilla y Hereu subieron al escenario a acompañar a Zapatero, para el tradicional lanzamiento de rosas al público con el que los socialistas suelen acabar sus actos. Los alcaldables metropolitanos buscaron entonces el abrazo del presidente del PSOE, especialmente Celestino Corbacho.

SALIDA DISCRETA DE MARAGALL.

Ni siquiera entonces se cruzaron el presidente del Gobierno y el ex presidente catalán Pasqual Maragall, que cedió todo protagonismo a Zapatero, Montilla y Hereu, y se alejó discretamente de la zona central del pabellón, ocupada por los tres dirigentes como foco de todas las cámaras.

En su camino hacia la salida, Maragall se detuvo a saludar a algunos conocidos, mientras Zapatero era agasajado por decenas de personas, entre ella el cantante Javier Gurruchaga, que le dio un fuerte abrazo, y algunos militantes socialistas que le irrumpían a su paso hacia la salida, en el lado opuesto al del ex presidente catalán.

PEQUEÑO INCIDENTE.

El único incidente que enturbió la fiesta socialista fue la breve irrupción, al inicio del discurso de Zapatero, de cuatro miembros de la asociación Custodia Compartida, que reivindican este derecho de los hombres divorciados.

Con camisetas verdes, los cuatro manifestantes no tuvieron apenas tiempo de gritar sus consignas porque fueron rápidamente desalojados por los miembros de seguridad que custodiaban el pabellón, ante los abucheos del público que llenaba el auditorio.