El alcalde de Rasquera espera que la gente decida "libremente el pueblo que quiere"

Una jurista ve viable el proyecto pero cree que hay riesgo por su magnitud

Europa Press Catalunya
Actualizado: domingo, 8 abril 2012 12:52
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TARRAGONA, 8 (EUROPA PRESS)

El alcalde de Rasquera (Tarragona), Bernat Pellisa, ha confiado en que los vecinos puedan expresar en el referéndum para decidir la cuestión qué pueblo "quieren tener en el futuro".

   En declaraciones a Europa Press, Pellisa, que impulsa una plantación de marihuana en el municipio para abastecer un club de fumadores barcelonés y con lo recaudado afrontar la crisis, ha explicado que el referéndum, que tendrá lugar este martes 10 de abril, preguntará a los ciudadanos si están de acuerdo en impulsar el plan de acción municipal anticrisis 2012, que prevé una plantación de cannabis que se destinará al autoconsumo de la Asociación Barcelonesa Cannábica de Autoconsumo (ABCDA).

   Para que se ponga en marcha, tendrá que obtener el 75% de los votos favorables, y ya ha avanzado que si el pueblo lo tumba, renunciará a su cargo.

   Según él, el coste de este referéndum, al que están llamados los 940 ciudadanos, será "insignificante" porque solo necesitan las fotocopias de las papeletas porque todo se hará con personal municipal.

   Pellisa ha explicado que muchos ayuntamientos, también del resto de España, le han llamado para preguntarle por el proyecto, y cree que si finalmente Rasquera lo puede llevar adelante, podría reproducirse en muchas otras localidades.

OPINIÓN EXPERTA

   La diputada de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Barcelona (Icab) y penalista Jenifer Lahoz ha valorado que el proyecto de impulsar una plantación de marihuana en el municipio tiene una fundamentación jurídica "correcta" pero que el escollo es lograr garantizar que no haya riesgo para la salud pública de terceros debido a su magnitud.

   En declaraciones a Europa Press, ha explicado que el cultivo, elaboración o cualquier otro acto de favorecimiento del consumo de drogas es delito, pero no el autoconsumo ni el consumo compartido, por lo que "la fundamentación jurídica en la que se sustenta el proyecto es correcta, pero ahora se deberá analizar el caso concreto".

   A su entender, lo que "chirría" es demostrar que se puede garantizar que con una plantación dirigida a los 5.000 socios de la ABCDA no hay riesgo contra la salud pública, por ejemplo, con el excedente, que se deberá controlar para que no acabe en manos de terceros.

   El problema es que el autoconsumo y el consumo o cultivo compartido no tiene una regulación legal, y determinar cuándo se da y cuándo no es una "construcción jurisprudencial" cuya interpretación es variable.

   A través de varias sentencias, el Tribunal Supremo ha fijado los requisitos para que la actividad no sea considerada tráfico: que todos los miembros sean consumidores habituales, que el consumo o cultivo sea en un lugar cerrado para que no se extienda a terceros, la cantidad de estupefaciente tiene que ser pequeña y para consumo inmediato, además de que los consumidores sean pocos y determinados y que no haya ánimo de lucro.

   Por ello, la existencia de una asociación como la ABCDA que tiene 5.000 socios puede hacer que se "diluya esta determinación de personas" que requiere el Supremo para dictaminar que se trata de consumo compartido ya que en este caso, con tanta gente, el riesgo de afectación a la salud es más importante.

   Ahora la pelota está en la Fiscalía de Tarragona, que deberá emitir un informe que, tras analizar el proyecto, determine si es consumo compartido o tráfico, según la jurista.

   En cualquier caso, si los Mossos d'Esquadra creen que se produce algún delito porque ven a alguien con droga pueden intervenir, aunque después se pruebe que la droga era para autoconsumo y que por lo tanto no hay delito.

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