BARCELONA, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Generalitat acogerá a 20 menores inmigrantes procedentes de centros de acogida de Canarias, según informó hoy la Conselleria de Bienestar y Familia.
Los niños empezarán a llegar a Catalunya la próxima semana, de forma escalonada y en grupos pequeños --de entre tres y cinco jóvenes--, tras el acuerdo alcanzado por la consellera Carme Figueres y el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, para aligerar el colapso de los centros canarios.
El Gobierno de Canarias tendrá la tutela de estos menores hasta el momento de la entrega a la Dirección General de Atención a la Infancia y a la Adolescencia (DGAIA), cuando los técnicos de este organismo procederán a completar su registro y su expediente. Cada grupo de menores llegará acompañado de un policía nacional y un educador.
Finalizados estos trámites, cada uno de los menores llegado a Catalunya ingresará en uno de los centros de acogida del la Conselleria. Durante los tres primeros tres o cuatro meses, estos menores residirán en un centro de acogida mientras un equipo de valoración y diagnóstico analiza cuál es el mejor recurso para ellos.
Los técnicos pueden escoger entre un centro residencial de atención educativa, con escolarización para los menores de 16 años; un centro con apoyo a la inserción laboral para la franja de entre 16 y 18 años; la acogida en una familia extensa o ajena o el retorno a su país en el caso de que se den las circunstancias familiares adecuadas.
Según los últimos datos, de junio de 2006, la DGAIA acoge a 635 menores extranjeros, de los cuales 165 se encuentran en centros de primera acogida y 470 en centros de la red ordinaria de protección a la infancia de la Generalitat. En total, 2.173 menores tutelados por la DGAIA están internados en centros residenciales o de acogida de la Conselleria.
"LLEGAN CON EXPECTATIVAS IRREALES".
En declaraciones a Europa Press, la consellera de Bienestar, Carme Figueres, explicó que espera que el próximo verano no vuelva a ocurrir la llegada masiva de menores a Canarias. Según ella, esto es negativo para los jóvenes, ya que "vienen con unas expectativas de trabajo que no son reales".
"No es fácil" acogerles, consideró, por lo que pidió que "no se sigan jugando la vida" para llegar a Europa.
Figueres también opinó sobre el informe presentado ayer por el catedrático de Economía Aplicada, Josep Oliver, que prevé que Catalunya necesitará hasta el 2020 un millón de trabajadores inmigrantes.
Según ella, esta previsión se hace en base a unas "premisas determinadas" como un crecimiento de la economía concreto. "Podría haber otras premisas, depende de muchas cosas", matizó.
Figueres reiteró su apuesta de que la inmigración llegue de forma regulada, con contratos de trabajo en origen, ya que los inmigrantes irregulares son un "problema".
