Emplaza implícitamente a sumarse al acuerdo a la CUP pese a sus críticas al texto
BARCELONA, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat, Pere Aragons, ha celebrado este miércoles el consenso logrado para aprobar la proposición de ley del catalán en la escuela, que ha apoyado PSC-Units, ERC, Junts y comuns, porque "representa un gran acuerdo de país".
"Es un consenso que representa un gran acuerdo de país, que es abierto y que también quiere sumar a los que no se han sumado a esta votación", ha destacado en una intervención en el pleno antes de que se votara la iniciativa, que ha prosperado con los votos de los impulsores y el rechazo de la CUP, Vox, PP y Cs.
También ha agradecido el trabajo "de los grupos que han participado del consenso desde la responsabilidad, defendiendo el modelo educativo de Catalunya y para preservar la cohesión social".
Según Aragons, la proposición de ley parte de la responsabilidad de legislar que tiene el Parlament, dejando claro que no dimiten de ella "para que las leyes las apruebe el Parlament, y no ninguna otra instancia".
"Legislar desde la responsabilidad propiciando el consenso significa negociación, esfuerzo para comprender la posición del otro, aceptar matices y no ir a la velocidad que querrías en un inicio. Pero finalmente el resultado es positivo", ha defendido.
En su opinión, la proposición de ley sitúa el catalán "como eje vertebrador del modelo lingüístico de la escuela catalana ante los riesgos y las amenazas que ha habido durante los últimos años".
COHESIÓN SOCIAL
Estos riesgos, según Aragons, se han superado gracias a este acuerdo parlamentario, y en paralelo ha pedido seguir trabajando por un modelo educativo que preserve y garantice la cohesión social, "un bien que debe estar por encima de las discusiones políticos y del posicionamiento que cada diputado defienda".
"Trabajar para garantizar la cohesión social también se hace preservando la escuela del uso partidista", ha subrayado el presidente catalán.
Al terminar, ha insistido en agradecer el trabajo de los responsables de los grupos que han tirado adelante la iniciativa así como el de las entidades y profesionales que han contribuido a que tire adelante: "Damos un paso adelante como país, pero la escuela catalana y la lengua catalana se trabaja y defiende cada día".
GRUPOS
Tras su intervención, ha tomado la palabra el primer secretario del PSC, Salvador Illa, que ha ofrecido el trabajo de su grupo para sumar a más grupos parlamentarios al consenso para aprobar esta ley, y ha asegurado que "defender el catalán no es atacar el castellano, que también es lengua materna de muchos catalanes".
Por parte de Junts, el diputado Albert Batet ha afirmado que era obligación de la política realizar esta nueva norma "para que las garras de la justicia salgan de la escuela catalana", y ha emplazado al Govern a proteger las direcciones de los centros para preservar la educación en catalán.
La líder de los comuns en la Cámara catalana, Jéssica Albiach, ha defendido que con esta ley se blinda la inmersión y la cohesión "pese al ruido, la crispación y la impotencia de unos pocos, porque son muy poquitos los que se mueven entre el autoodio y el clasismo".
Sin embargo, el diputado de la CUP Carles Riera ha sostenido que el uso curricular del castellano que reconoce la nueva ley equivale a un uso vehicular y adecua la normativa catalana a las tesis del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), por lo que ha pedido que no se preocupe por intentar ampliar el consenso parlamentario con su grupo y sí por lograr acuerdos con una comunidad educativa que cree que el Govern tiene abandonada.
El líder de Vox en Catalunya, Ignacio Garriga, ha cargado contra el PSC por haberse sumado al acuerdo, y ha advertido a los promotores de la ley: "Les aseguro que, más pronto que tarde, en Catalunya nuestro hijos podrán escolarizarse en castellano, a pesar de todos ustedes".
Desde Cs, el líder del partido en Catalunya, Carlos Carrizosa, ha criticado también a los socialistas por aprobar esta norma y les ha acusado de asumir "el discurso del nacionalismo más supremacista y excluyente que ha habido en Catalunya en los últimos 40 años".
