BARCELONA, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
El autor del aviso de bomba en la Generalitat de Catalunya ha asegurado que aprendió a fabricar los explosivos hallados en su casa a través de Internet. El hombre alertó de que la bomba iba a explotar en dos horas a través teléfono de atención al ciudadano 112.
En el juicio celebrado este jueves en la Audiencia Barcelona, el acusado, Jesús N.C., ha podido escuchar la llamada registrada y ha reconocido su voz, aunque ha argumentado que estaba borracho, cosa que pudieron evidenciar los que se encontraban en la Sala.
El Fiscalía pedía 13 años y cuatro meses de cárcel para Jesus N.C., que el 23 de julio de 2009 llamó al 112 con un aviso de bomba, profiriendo palabras en euskera y asegurando que el servicio catalán "está muy mal".
Esa misma tarde, estando bajo los efectos del alcohol, se cruzó con dos vecinos de origen magrebí que paseaban con sus hijos de tres años en la localidad barcelonesa de Callús a los que espetó comentarios racistas y frente a los que se desnudó. Más tarde cogió una escopeta recortada y se volvió a dirigir a los mismos vecinos disparando al aire.
Cuando la policía entró en su domicilio encontró todo tipo de material e instrucciones para hacer explosivos, dos artefactos preparados para explotar, y 89 plantas de marihuana que compartía con su sobrino y que utilizaban para consumo propio, según han reconocido tanto el acusado como el sobrino.
Jesús N.C. ha matizado que no se trata de bombas sino de "artefactos de pirotecnia" a los que es aficionado y que ha aprendido a construir "bajándose las instrucciones de Internet". En el registro, los Mossos encontraron instrucciones y material para fabricar pólvora y nitroglicerina y el modo de manipularlas para hacer explosivos.
Por su parte, los peritos químicos han aducido que uno de los artefactos preparados, a los que sólo les faltaba conectar la fuente de energía y que tenía inscritas las siglas 'METRA', contenía 15 clavos de ocho centímetros dispuestos para constituir metralla.
El acusado, que ha estudiado aeromodelismo y tenía piezas de avión en el cobertizo anexo a la casa que utilizaba como taller e invernadero de marihuana, ha justificado el uso de todos los materiales para fabricar sus modelos de avión.
Sobre los hechos con los vecinos, asegura no recordar nada. Los afectados aseguran que, si bien no les insultó, sí se bajó los pantalones frente a sus hijos asegurando que "su religión se lo permitía" y la de sus vecinos no. El arma recortada fue hallada bajo el desagüe de la cocina en una bolsa de plástico.
La fiscal le acusa de un delito de desórdenes públicos, un delito de exhibicionismo, uno de amenazas, de tenencia ilícita de armas, un delito de tenencia y fabricación de sustancias y aparatos explosivos y un delito contra la salud pública, por los que pide ahora 12 años y cuatro meses de cárcel, por haber modificado la calificación y una multa de 84.600 euros.
La fiscal ha contemplado que los disturbios ocasionados por la llamada fueron mínimos y no pide la pena máxima por el delito de desórdenes públicos.
