BARCELONA 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Barcelona ha adaptado el interior de manzana Càndida Pérez del número 44 de la calle Comte Borrell del Eixample con control remoto de su apertura y cierre, siendo el primero de la ciudad con este dispositivo automático, ha informado este lunes en un comunicado.
Su puesta en marcha se ha realizado tras diversas pruebas piloto, y cuenta con dos cámaras en los jardines del interior de manzana para comprobar que no queda nadie antes de cerrarlo, y la puerta de acceso con señal luminoso de aviso y sensor fotoeléctrico por si pasa alguien.
El cierre se efectúa a distancia desde la Central de Operaciones de Medio Ambiente y Servicios Urbanos, y si alguien queda encerrado accidentalmente puede usar un interfono que está conectado con la central para que le abran la puerta.
La iniciativa la ha liderado el área de Medio Ambiente y Servicios Urbanos de la tenencia de alcaldía de Hábitat Urbano, junto con el Distrito del Eixample y la biblioteca Sant Antoni-Joan Oliver, ubicada en la entrada del interior de manzana.
La tenencia estudia extender el cierre automático a otros espacios verdes, explotando la posibilidad de incluir la instalación de puertas motorizadas y cámaras en los pliegos de condiciones técnicas.
La capital catalana cuenta con 110 espacios verdes que cierran diariamente los vigilantes: de media, entre semana dos personas cierran las manzanas por las tardes y cinco los parques de noche, y en total hay 49 empleados dedicados a la vigilancia.