Batlle afirma que supondrá un "endurecimiento" al reducir el pronto pago y sumar agravantes
BARCELONA, 16 May. (EUROPA PRESS) -
El teniente de alcalde de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Batlle, ha abogado por una Ordenanza de Convivencia que represente el "máximo consenso" tanto de los diferentes grupos municipales como de la sociedad civil, cuya modificación integral ha situado a mediados de noviembre.
En declaraciones a los medios este viernes junto a la comisionada de Convivencia, Montserrat Surroca, ha sostenido que la modificación supone un "endurecimiento", ya que aborda tanto el régimen sancionador como los agravantes, y también una revisión de las tipologías.
"En definitiva, se trata de un fomento del civismo por la vía de la modificación de las sanciones" para aumentar su efecto disuasorio, ha añadido Batlle, que ha vinculado la actualización a una amplia campaña de comunicación para acompañar la medida.
Ha explicado que los últimos dos años, el gobierno municipal ha llevado a cabo un "diálogo muy intenso durante mucho tiempo" con partidos y ciudadanos, a quienes ha pedido seguir realizando aportaciones durante la fase de información pública.
Tras aprobar la modificación en la Comisión de Gobierno el jueves pasado, el objetivo del ejecutivo es culminar el periodo de alegaciones de los grupos en la Comisión de Presidencia de junio o julio y, tras abrirse a exposición pública, aprobarla definitivamente entre noviembre y diciembre.
SANCIONES
Una de las novedades que incluye la modificación de la ordenanza corresponde a las multas: en primer lugar, el consistorio busca limitar el pronto pago de sanciones, que en la actual versión llega hasta el 75%, a entre el 50% y el 40% si se pagan de forma anticipada.
En segundo lugar, en diversas tipologías se incrementarán la cuantía de las sanciones al incluir agravantes: por ejemplo, en el caso de miccionar o defecar en la vía pública, las multas pasarían de 300 euros a hasta 700 si se realizan cerca de un lavabo público.
Y finalmente, otro de los objetivos con respecto a las sanciones es agilizar su cobro, sobre todo de las personas que viven en el extranjero, notificando en el acto a los infractores y dándoles la oportunidad de pagar de inmediato con un datáfono que, presumiblemente, portarán todas las patrullas.
TIPOLOGÍAS
Por otro lado, la modificación también contempla añadir nuevas tipologías de conductas prohibidas, ya sea porque no existían durante la aprobación de la vigente ordenanza (redactada en 2005) o porque no se habían manifestado.
Es el caso de las denominadas rutas etílicas, cuya organización y promoción podría estar penada con entre 1.500 y 3.000 euros, o las conocidas como rutas de grafitis, al estilo de la que se produjo en el Metro de Barcelona el pasado mes de enero.