La Cámara de Barcelona ve una pérdida de competitividad por el coste de la electricidad

Actualizado: domingo, 14 junio 2015 13:38

BARCELONA, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Cámara de Comercio de Barcelona ha criticado este domingo la pérdida de competitividad de la industria por el aumento de los precios de la electricidad este 2015.

Según ha informado la Cámara de Barcelona en un comunicado, de enero a abril de 2015 "el precio medio de la demanda peninsular se ha situado en 60.6 euros por megavatio, un 48% más alto que en el mismo período del año anterior, según Red Eléctrica de España (REE)".

La Cámara ha señalado que la razón que explica la diferencia de precios entre España y otros países desarrollado es "la inclusión de conceptos en la factura eléctrica que no tienen nada que ver con la generación y distribución de la energía".

Han insistido en que estos conceptos se incluyen dentro de los llamados costes regulables, y que responden a "decisiones políticas orientadas a cubrir costes asociados a políticas industriales, energéticas y sociales" que, según ellos, no deberían ser cubiertos con cargo en la tarifa, sino en los conceptos presupuestarios directamente implicados con estas políticas.

La Cámara también ha criticado que estos costes regulados representan el 40% de la factura eléctrica de las empresas industriales, y que éstos "se han duplicado entre 2013 y 2015".

"España es el único país del mundo en el que los consumidores mantiene una deuda con el conjunto del sector eléctrico, que ha ido aumentando año tras año", han explicado, un hecho que atribuyen a que los costes de las actividades reguladas son superiores a lo que cada año se recapta a través de peajes de acceso.

CRÍTICAS A LA REFORMA ELÉCTRICA

La Cámara ha asegurado que la última reforma eléctrica no ha solucionado "el problema de la subida de precios ni ha abordado la modificación substancial del sistema ni mecanismos de formación de precios del mercado de la energía eléctrica.

Por otro lado, han realizado cinco propuestas a la Comisión de Industria, con el objetivo de eliminar los costes regulados que no están directamente relacionados con lo que cuesta producir y distribuir energía; modificar el sistema de formación de precios; rediseñar la fiscalidad energética para evitar "penalizar la competitividad"; promover un mercado único europeo, y buscar soluciones a la deuda de tarifa acumulada.