Archivo - La investigación representa un avance significativo en la comprensión de la ecología tròfica de los grandes pelágicos. - DAVID JARA - ICM - Archivo
BARCELONA, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un estudio del Institut de Ciències del Mar (Icm-Csic) ha revelado que el cambio climático y la presión pesquera influyen significativamente en la alimentación del pez espada ('Xiphias gladius'), una especie "clave" en las redes tróficas pelágicas del Mediterráneo y el Atlántico.
El trabajo, publicado en la revista 'Journal of Animal Ecology', identifica variaciones espaciales en la dieta del pez espada vinculadas a condiciones ambientales como la temperatura del agua o los patrones de productividad marina, pero también a presiones humanas, informa el Icm-Csic en un comunicado de este jueves.
La autora principal del estudio e investigador del Icm-Csci, Elena Fernández Corredor, ha explicado que comprender los factores que determinan la dieta del pez espada permite anticipar "posibles alteraciones en su papel ecológico".
"Esta información es clave para aplicar enfoques de conservación más integradores, especialmente en un contexto de fuerte presión ambiental y antropogénica", añade.
PECES Y CALAMAR
El estudio muestra que el consumo de peces por parte del pez espada se incrementa en zonas donde la capa de mezcla oceánica es más profunda, lo que podría facilitar el acceso a estos recursos.
En cambio, la ingesta de calamares está asociada tanto al tamaño del pez espada como a la presión pesquera, lo que sugiere que esta actividad podría estar modificando la disponibilidad de presas o alterando la composición de los diferentes recursos de los que se alimenta el pez espada.
El trabajo identifica una mayor dependencia de organismos gelatinosos --como medusas-- en regiones menos productivas, lo que podría indicar "una menor disponibilidad de presas como peces y cefalópodos en ciertas áreas", lo que obliga al pez espada a recurrir a alternativas menos energéticas.
CONSERVACIÓN
Los hallazgos subrayan la necesidad de considerar tanto las interacciones tróficas como los factores ambientales y humanos en la gestión de recursos marinos; en particular, el estudio destaca cómo los cambios en la dieta del pez espada pueden actuar como indicadores de "desequilibrios ecológicos más amplios".
Según el equipo, el conocimiento generado puede contribuir a la formulación de políticas pesqueras "más integradas" que no solo regulen los niveles de captura, sino que también protejan el papel funcional de las especies dentro del ecosistema.