BARCELONA, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
Dijo en plena Guerra Civil el dirigente histórico de UDC, Pau Romeva, que su partido estaba hecho "a cuadritos", ya que no era ni del rojo de los milicianos ni del azul falangista y, precisamente, la historia de este partido, fiel a la República y de fuertes convicciones cristianas, la aborda el libro 'Entre el sable i la bomba' (A contravente), de Francesc Canosa, que se ha presentado este lunes en Barcelona.
Cuando en plena Guerra Civil, un miliciano entró en la casa de Romeva y le preguntó qué era, este le respondió que "a cuadritos": eran perseguidos por católicos y burgueses en el bando republicano, y por catalanistas por las tropas nacionales, por lo que la de UDC es la historia de una doble incomprensión.
La figura de Manuel Carrasco i Formiguera es el adalid de esta situación: huyó de Catalunya ante las persecuciones de los milicianos incontrolados, pero fue fusilado por rojo por los franquistas en el 9 de abril de 1938, y sus últimas palabras fueron: "Visca Catalunya lliure! Jesús, Jesús!".
En la presentación del libro, el periodista Francesc-Marc Àlvaro ha asegurado que UDC "era un partido demasiado moderno para una España enloquecida" alrededor de dos bandos que se enfrentaron durante la Guerra Civil: Unió defendía en plenos años 30 el humanismo, el personalismo, el europeismo, el principio de subsidiariedad y la justicia social, valores que luego triunfarían en Europa tras la Segunda Guerra Mundial de la mano de la democracia cristiana.
Personalidades como Carrasco, Clausi Bassols, Lluís Vila d'Abadal, Romeva, Maurici Serrahima Miquel Coll i Alentorn representan también una manera distinta de vivir la fe, lejos del ateismo que prendió fuego a iglesias en 1936 y de las consignas más bien inquisitoriales que condenaban la modernidad.
En la presentación del libro, no han faltado dirigentes de la actual UDC, entre ellos su número 2 y conseller de Agricultura, Josep Maria Pelegrí, además de históricos del partido, por lo que, la historia ha unido a todo el partido justo cuando se ha iniciado el debate congresual, y el alcalde de Vic, Josep Maria Vila d'Abadal, ha anunciado que presentará candidatura para disputar el liderazgo del partido a Josep Antoni Duran.
ACABAR CON LOS TÓPICOS
Según Canosa, el libro pretende acabar con los tópicos que existen sobre UDC y sobre su ideología, y también pretende acabar con muchos de los tópicos que se fijaron durante la Transición: "La lucha antifranquista no empezó en los años 60. Empezó en enero de 1939, tras la caída de Catalunya, y UDC estaba allí", ha indicado Canosa.
Tras cuarenta años de clandestinidad y de participar activamente en las primeras acciones de la resistencia antifranquista, UDC decide no integrarse en CDC en 1976, y es el primer partido español que hace un congreso tras el franquismo.
Concurre en las primeras elecciones de 1977 junto a 'Centre Català' aunque sufre un serio revés en las urnas, ya que sólo obtiene un diputado, y además, parte del partido se escinde constituyendo la sección de UCD en Catalunya.
En abril de 1978, UDC propone un 'pacto nacional' junto a CDC, EDC, Estat Català y ERC para presentarse juntos en las elecciones y, si ganan, gobernar, y finalmente, en septiembre, se acuerda que CDC y UDC irán juntas a las urnas, bajo la denominación 'Convergència i Unió', y que los democristianos tendrán una cuota del 25%.
La fórmula resulta ser un éxito: consigue ser la primera fuerza en ediles en las municipales de 1979 y contra pronóstico, gana las catalanas de 1980, una condición que desde entonces ha repetido en todas las elecciones autonómicas.
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