BARCELONA, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -
Càritas Diocesana de Barcelona ha ayudado a unas 300 familias vulnerables con la tarjeta de impacto social, en las que se ingresa una ayuda económica para la compra de alimentos y evitar la estigmatización, desde que se puso en marcha en febrero de 2014.
Según ha explicado a Europa Press la adjunta al Área de Acción Social de Càritas de Barcelona, Mercè Darnell, la entidad ha destinado desde el inicio hasta julio de este año más de 100.000 euros a esta tarjeta prepago de alimentos.
El proyecto se inició en 2014 en Barcelona con un convenio con el Ayuntamiento, pero desde este año se ha implantado con un acuerdo con la Diputación en municipios como Badalona, Santa Coloma, L'Hospitalet, Cornellà, Sant Adrià y poblaciones del Maresme.
Darnell ha explicado que las familias acompañadas por Càritas que no disponen de dinero para alimentación pueden recibir esta tarjeta, en la que se ingresa una ayuda económica que "puede ser mensual o temporal".
La idea de utilizar una tarjeta de prepago en sustitución del ingreso en cuenta o del talón entregado al atendido por Càritas, surgió del conocimiento de una experiencia similar por Càritas Ambrosiana de Milán.
La tarjeta --una Visa Electron como cualquier otra-- solo se puede hacer servir en establecimientos de alimentación dados de alta en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE), que pueden ser de cualquier parte de España, no tiene un carácter nominal --la puede utilizar cualquier miembro de la familia-- y el usuario no se puede retirar dinero en efectivo.
La responsable de Càritas ha remarcado que la cantidad ingresada varía según las necesidades sociales, económicas y alimentarias y "está siempre dentro de un plan de trabajo en el que se promueve que puedan formarse y encontrar trabajo para que tengan autonomía económica".
Mercè Darnell ha afirmado que después de su implantación en todo el territorio de Càritas de Barcelona prevén una inversión anual de unos 300.000 euros para la compra de alimentos con estas tarjetas.
De momento, la tarjeta de prepago no está disponible en otras Càritas, pero Darnell ha afirmado que otras de la provincia de Barcelona la están estudiando.
AUTONOMÍA
Ha remarcado las ventajas que supone para los usuarios el uso de esta tarjeta porque "no los identifica como personas pobres" y pueden seguir comprando donde siempre lo han hecho.
Además, ha explicado que les permite satisfacer las necesidades alimentarias de forma autónoma, siendo ellas las que planifican las comidas y gestionan sus necesidades según edades, enfermedades o creencias.
