Como puntos fuertes tiene su potencial industrial y el grado de apertura internacional
BARCELONA, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -
La baja inversión en I+D entre las empresas catalanas en comparación con la UE, la elevada temporalidad que afecta principalmente a los jóvenes y el alto déficit público son los principales factores que limitan la recuperación de Catalunya tras la crisis del coronavirus.
Ésta es la principal conclusión de la 'Memoria Económica de Catalunya 2019', presentada este viernes en rueda de prensa por el presidente de la Cámara de Barcelona, Joan Canadell, y que también ha contado con la clausura por parte del presidente de la Generalitat, Quim Torra.
Y es que 2019 fue un buen año pese a la desaceleración económica, las guerras comerciales, la incertidumbre del Brexit y la crisis de la industria de la automoción en Europa, y Catalunya logró un crecimiento del 1,9%, por encima de la zona euro, lo que daba buenas perspectivas para este 2020.
Sin embargo y como consecuencia de la pandemia del coronavirus, Catalunya sufrirá la "caída más drástica de la economía desde la Guerra Civil", superando un retroceso del 10%, y la recuperación no se iniciará hasta 2021.
Todo dependerá de las medidas para frenar la pandemia, pero también para reorientar el modelo productivo, lo que pasa por una apuesta por la formación, el I+D, la transformación digital y las infraestructuras, de todo tipo.
Como factores en contra de la recuperación, destaca el bajo esfuerzo en I+D, ya que Catalunya tiene un diferencial de 0,6 puntos de PIB en gasto en este concepto respecto a la media de la UE, el doble de hace diez años.
Además, la baja calidad del empleo creado durante la recuperación de la crisis de 2008 ha afectado principalmente a los jóvenes, y aunque la tasa de temporalidad bajó tres décimas en 2019, hasta el 21,6%, sigue siendo una de las más altas del continente, lo que ha hecho vulnerable a la economía catalana ante la destrucción de empleo durante la pandemia.
Y es que un 38% del empleo creado entre 2014 y 2019 fue temporal, y éste ha sido el primero que se ha destruido al llegar la crisis del Covid-19.
A ello se suma, según expone la memoria, que la reducción del déficit público durante la fase expansiva no ha sido suficiente para encarar esta nueva crisis, y el déficit público del conjunto de administraciones públicas españolas creció el año pasado tres décimas, hasta el 2,8% del PIB, rompiendo la tendencia de reducción iniciada en 2011.
FORTALEZAS
Por otra parte, Catalunya también cuenta con potencialidades para salir de esta crisis, como el grado de apertura e internacionalización de su economía: exporta el 64% de las ventas al extranjero y el 36% al resto de España.
Además, continúa teniendo potencial industrial y capacidad de atracción de inversión extranjera en el sector de manufacturas, manteniendo en los últimos cinco años un nivel de 1.200 millones de euros de media anual, lo que representa más de una cuarta parte de la inversión extranjera total recibida en la comunidad.
Finalmente, se ha producido un aumento progresivo de los salarios y se ha creado empleo, pero tras ello hay un problema de productividad, por lo que es necesario apostar por la formación, la transformación digital y la innovación, especialmente en los servicios.
CAMBIO DE MODELO ECONÓMICO
Para Canadell, es necesario un cambio de modelo económico que pase por más internacionalización, sostenibilidad, responsabilidad social y máximo valor añadido: "Éste es el horizonte que nos deberíamos marcar como país".
Torra, que ha clausurado el acto, ha coincidido con las conclusiones de esta memoria económica, y ha destacado el grado de preparación de las empresas catalanas, de las que ha resaltado que han "hechos los deberes".
