Los condenados por el crimen de la Urbana recurren la sentencia y siguen culpándose mutuamente

La acusada del crimen de la Guardia Urbana Rosa Peral sale de la casa que compartía con la víctima hasta su muerte; el 24 de febrero de 2020, durante la diligencia de inspección ocular del juicio, en Vilanova i la Geltrú (Barcelona).
La acusada del crimen de la Guardia Urbana Rosa Peral sale de la casa que compartía con la víctima hasta su muerte; el 24 de febrero de 2020, durante la diligencia de inspección ocular del juicio, en Vilanova i la Geltrú (Barcelona). - Pau Venteo - Europa Press - Archivo
Publicado: viernes, 8 mayo 2020 21:15

La Audiencia de Barcelona les condenó a 25 y 20 años de prisión por asesinar al novio de ella

BARCELONA, 8 May. (EUROPA PRESS) -

Los condenados por el crimen de la Guardia Urbana de Barcelona, los agentes Rosa Peral y Albert López, a 25 y 20 años de cárcel respectivamente, han recurrido la sentencia de la Audiencia de Barcelona y han seguido culpándose mutuamente del asesinato.

En su recurso, consultado por Europa Press, Peral alega la falta de motivación del veredicto para culparla de la muerte de su novio, Pedro R. (agente del mismo cuerpo policial) y que la sentencia no complementa la motivación, "sino que la sustituye", ya que considera que en ningún momento da pruebas efectivas de un plan conjunto para el crimen.

Apunta directamente al otro acusado, Albert López, que cree que sí tenía móvil para el crimen porque ella le había dejado para iniciar una relación sentimental con la víctima, él estaba "locamente enamorado" de ella, y había amenazado con que no quedaría así.

En cambio, el abogado de López, José Luis Bravo, afirma que "el protagonismo de Rosa en los hechos en incuestionable, aunque ella, finalmente, a medida que la investigación apuntaba hacia ella no tuvo inconveniente en cambiar de objetivo y culpar de todo ello a Albert, dibujándolo como un psicópata".

Sobre la llamada perdida desde un móvil prepago la noche de los hechos, que según la sentencia fue señal de inicio de un plan para asesinar a Pedro R., Peral dice que "ni justifica ninguna señal ni ningún plan" porque los dos condenados habían hablado por teléfono diez minutos antes durante cuatro minutos.

Añade la acusada que además no se trataba "del mejor plan posible matar a Pedro R. en casa de Rosa con sus hijas menores presentes, cuando podían haber escogido cualquier otro escenario, en lugar de dejar restos en su casa, y sin que estuvieran las menores, puesto que pasaban también muchos días con su padre".

TESIS DE LA FISCALÍA

Tanto López como Peral cargan contra la Fiscalía, ya que ella tacha su tesis de acusación como "absolutamente increíble, arbitraria, irracional e ilógica", y él lamenta que el jurado ha acogido, sin más, y de forma acrítica sus tesis: a lo largo del juicio sostuvo que ambos condenados planificaron el asesinato en lo que calificó como una prueba de amor.

López mantiene que Pedro R. murió "mucho antes" de que él llegara a la casa que la víctima compartía con Peral, asegura que ella la llamó antes de las 22.00 horas diciendo que había matado a la Pedro R., y él llegó sobre las 3.00.

Esta versión contrasta con la argumentación en el recurso de Rosa Peral, que asegura que ella no "presenció ni participó en la muerte de Pedro R.", ni conoce las circunstancias concretas en las que murió.

FALTA DE MOTIVACIÓN

La abogada de la acusada, Olga Arderiu, afirma en su escrito que el magistrado presidente intenta sustituir la falta de motivación del Jurado "añadiendo muchos elementos no expuestos explícitamente por estos y, por tanto, suplantando la tarea personalísima e ineludible del Jurado en tanto que juzgador".

Lamenta que no se han admitido pruebas que corroborarían su buena relación con la víctima, Pedro R., con quien mantenía una relación sentimental, asegurando que su relación "no era tormentosa", y otras que probarían el carácter violento del otro acusado, a quien ella atribuye la autoría del crimen.

Abunda en que si se analizan conversaciones existentes en el teléfono de Rosa Peral y en el de Pedro R. "se puede ver que mas el 90% son románticas, en las que hablan reiteradamente de casarse, tener un bebé, ir a una clínica de fertilidad".

La defensa de Albert López en el escrito, consultado por Europa Press, también critica que en el juicio no se admitieron pruebas que podían ir a favor de él, al impedir que una testigo declarara que la hija de Rosal Peral la vio pelear con la víctima y limpiar sangre la noche del crimen.

DECLARACIÓN DE LA HIJA

El escrito de Albert López reprocha que no se aceptara la declaración de la pareja del exmarido de Peral, a quien una hija contó que había visto una pelea entre Peral y Pedro R. la noche del crimen, además de ver a su madre limpiando el suelo ensangrentado.

El magistrado que presidió la Sala no aceptó esta declaración porque la niña está exenta de declarar contra su madre por ser una familiar directa, por lo que rechazó una declaración que reprodujera las palabras de la menor, si bien accedió a que la testigo contara, usando mímica, lo que la niña había explicado.

Sin embargo, Rosa Peral considera que con esta decisión se vulneró su derecho a un proceso con todas las garantías al haber permitido que la testigo mostrara qué dijo e hizo la hija pese a haberse acogido a su derecho a no declarar.

Por su parte, López se refiere a otra testigo que su defensa propuso, que no se presentó al juicio y la sala rechazó leer su declaración en instrucción: la testigo fue compañera de prisión de Peral, y supuestamente ella le confesó que Pedro R. ya estaba muerto cuando López llegó a la casa.