BARCELONA 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Tibidabo albergará a partir del sábado un parque de 315 metros lineales, accesible al público, situado en la cota más alta del parque de atracciones, una zona que acoge atracciones tan populares como el avión o el carrusel, y a la que hasta ahora sólo se podía acceder desde el interior del recinto.
Además, se pondrá en marcha un funicular renovado, con el doble de capacidad y que funcionará todos los días en un horario más amplio. Hasta ahora, el transporte sólo funcionaba coincidiendo con los días de apertura del parque, que es propiedad del Ayuntamiento de Barcelona.
El concejal de Cultura, Carles Martí, presentó hoy las principales novedades del recinto, que abrirá el sábado a partir de las 11 horas tras el parón invernal. El parque recibió un total de 600.000 visitantes el año pasado, frente a los 542.413 de 2005, lo que supuso una media diaria de 4.109 visitas.
La apertura al público de la denominada cota 500 permitirá convertir esta zona, donde ahora hay las atracciones emblemáticas del parque del Tibidabo, como el avión, el carrusel o la talaya, en un gran parque en forma de paseo, que se irá ampliando en distintas fases, hasta culminar el próximo mes de julio.
A partir del próximo sábado, los visitantes podrán acceder a esta zona y pasear por un vial que tendrá 315 metros lineales, distancia que se ampliará en mayo hasta alcanzar los 535 metros y que permitirá llegar hasta los terrenos del Hotel Florida. En julio, se acondicionará una zona para actividades infantiles.
Desde esta cota 500, todavía no bautizada y cuya apertura supone una inversión de un millón de euros, el público tendrá la oportunidad de subir a las atracciones más emblemáticas del Tibidabo, pagando una entrada previa. Para usar cada atracción se deberá pagar 2 euros.
Este ticket se combina con otras dos modalidades de entrada: por 11 euros se pueden usar todas las atracciones y entrar al Museu d'Autòmats y por 14 euros se ofrece la posibilidad de poder subir también a la Torre de Collserola.
La apertura de esta zona al público obligará a trasladar las taquillas actuales del parque del Tibidabo, que se repartirán de forma dispersa para evitar las largas colas que, en ocasiones, se producían para acceder al recinto, que el sábado estrena una sala de cine de cuatro dimensiones.
El nuevo funicular, que se completa con la rehabilitación de la estación inferior situada en la plaza del Doctor Andreu, con una inversión de 2 millones, estrena nuevo motor y maquinaria, lo que permite aumentar la frecuencia y duplicar los pasajeros, al alcanzar los 1.440 usuarios por hora, frente a los 720 viajeros actuales.
BUS LANZADERA PARA LLEGAR AL FUNICULAR.
Además, a partir del verano, está previsto ofrecer un servicio de buses lanzadera que saldrán de la avenida Tibidabo hasta el pie del funicular y que serán un complemento al Tramvia Blau. Su precio estará integrado a las tarifas del servicio de Metro y Bus.
La intención de esta renovación en el transporte público es evitar al máximo que los barceloneses suban en coche. Actualmente, el 60% de los desplazamientos se hacen en turismo y el 40% son en transporte público, situación que se pretende que invertir en los próximos años.
Martí aseguró que el objetivo final es que el funicular pueda ofrecer integración tarifaria, aunque también se estudia la posibilidad de instalar un sistema de transporte, como un cremallera, que una el parque de atracciones con la plaza Kennedy, al pie de la avenida del Tibidabo.
PANELES INFORMATIVOS SOBRE LA OCUPACIÓN EN EL APARCAMIENTO.
Estas novedades se enmarcan en el despliegue del plan director, vinculado al plan especial de la montaña del Tibidabo, que se aprobará en el Pleno del 23 de marzo y que introduce algunas de las alegaciones presentadas por los vecinos.
Entre los nuevos puntos que se han introducido figura la instalación de paneles informativos al pie de las carreteras de Vallvidrera y de la Arrabassada sobre el nivel de ocupación del aparcamiento y que éste se pague al salir y no al entrar.
Sin embargo, uno de los principales puntos de desavenencias entre el gobierno y las entidades vecinales del Tibidabo es la tala de árboles que conllevará la nueva montaña rusa que se instalará en 2008. Martí aseguró que los árboles que hay que talar "no llegan a 50" y "se replantarán".