Tenían un escondite en un lateral de la AP-7 para guardar sus botines
BARCELONA, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los Mossos d'Esquadra han desarticulado un grupo criminal, con tres detenidos, que estaba activo desde 2008 y que robaba bares en Catalunya para después guardar sus botines en un agujero escondido en una zona boscosa en un lateral de la autopista AP-7.
Las detenciones del operativo se efectuaron el pasado 13 de agosto en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi de Barcelona, con tres hombres detenidos de 45, 38 y 31 años, respectivamente, según ha informado la policía catalana este sábado en un comunicado.
Los detenidos presuntamente robaban dinero en efectivo de máquinas tragaperras y cajas registradoras de los bares saqueados, y guardaban los botines en un escondite que habían construido en el lateral de la AP-7, lo que les permitió pasar desapercibidos en los últimos cuatro años y estar activos desde el 2008.
VARIOS ROBOS ESTE VERANO
Sin embargo, entre los meses de julio y agosto, el grupo cometió una decena de robos con fuerza en establecimientos del entorno metropolitano de Barcelona que permitió a los Mossos d'Esquadra iniciar una investigación y diversos dispositivos de vigilancia.
Con las vigilancias, los agentes observador que tres personas salían de un domicilio situado en el distrito de Sarrià-Sant Gervasi de Barcelona, cogían un coche y hacían siempre el mismo recorrido, parando en muchas ocasiones en un lateral de la AP-7.
Los tres integrantes del grupo criminal tenían un 'modus operandi' marcado: una persona se encargaba de forzar los accesos del establecimiento y buscaba máquinas tragaperras para dejarlas al descubierto; una segunda persona rompía las máquinas y guardaba el dinero; mientras que el tercer individuo hacía trabajos de vigilancia al exterior.
DETENCIÓN
El 13 de agosto, después de un seguimiento de un robo con fuerza en un establecimiento de Cornellà de Llobregat (Barcelona), la policía persiguió a los tres hombres y los detuvo antes de que entrasen en su domicilio en la capital catalana.
Más tarde, los agentes registraron el escondite situado al lateral de la AP-7, donde encontraron 6.400 euros en efectivo, bolsas de plástico, piezas de ropa para ocultar su identidad, y diversas herramientas que presuntamente utilizaban para saqueaar los establecimientos.