Las externalidades de la movilidad en las ciudades cuestan entre 15.100 y 23.800 millones al año

Publicado: martes, 7 julio 2020 16:40

Aecoc propone situar la sostenibilidad y el ciudadano en el centro y llama al sector privado a proponer soluciones

BARCELONA, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -

Las externalidades negativas de la movilidad, como la contaminación, la congestión y la siniestralidad en las ciudades españolas, cuestan anualmente entre 15.100 y 23.800 millones de euros en productividad, lo que representa el 2% del PIB nacional, según Aecoc.

Así se extrae del informe 'Hacia un modelo sostenible de Distribución Urbana de Mercancías en España' presentado este martes en rueda de prensa telemática por la asociación de fabricantes y distribuidores (Aecoc), horas antes de celebrarse el primer Congreso Aecoc Smart Distribution.

El responsable del área de Smart Distribution de Aecoc, Marc Nicols, ha explicado que la movilidad no solo es una preocupación ciudadana principal, sino que genera además una "importante" pérdida de competitividad.

En concreto, ha explicado que, con datos de 2018, los costes de tiempo perdido en atascos suman entre 8.400 y 15.200 millones de euros, los costes medioambientales suponen entre 3.700 y 4.800 millones y los costes de siniestralidad entre 3.000 y 3.800 millones de euros.

Nicols también ha explicado que estiman que el confinamiento decretado para hacer frente a la pandemia de coronavirus puede haber acelerado entre dos y tres años el crecimiento del canal online.

"El 'e-commerce' aún está en un ratio relativamente bajo en España, de hecho lo que entra en 'e-commerce' en las ciudades no es ni siquiera el 5% del volumen total de mercancías que entran en la ciudad cada día", ha explicado, y ha dicho que en los países donde es más pequeño es donde más crece, con ratios de un 20% anual.

INCREMENTO DE LOS COSTES

Nicols ha explicado que las necesidades de la vida moderna del ciudadano actual están "complicando" la distribución urbana de mercancías, que en Madrid equivalió al 38% del total del tráfico en el centro de la capital en 2019, y ha dicho que podría alcanzar el 47% en 2025.

Ha sostenido que los costes de congestión y de siniestralidad van a subir aún más, mientras que los costes medioambientales se van a mantener gracias a la tecnología, lo que supondrá que en el medio plazo podrían llegar a entre los 18.000 y los 30.000 millones de euros, lo que supone el 2,5% del PIB en las ciudades.

"Mantener el modelo DUM (distribución urbana de mercancías) actual podría aumentar el coste social de la movilidad hasta un 16% en 5-7 años", ha explicado Nicols, que ha propuesto una serie de iniciativas para cambiar el modelo de gestión de las mercancías.

CIUDADANO Y TRABAJAR UNIDOS

"Hasta ahora la manera habitual era que las administraciones hacían una ordenanza y la industria, el comercio y los operadores logísticos hacían una reacción para adaptarse a esa normativa, y el ciudadano quedaba a parte. Creemos que este modelo debe cambiar y debe poner al ciudadano en el centro", ha defendido.

En este sentido, ha señalado que administración, industria, comercio y operadores logísticos tienen que trabajar unidos para conseguir encontrar las mejores soluciones porque, según él, la administración tiene una visión de ciudad y la empresa tiene una visión de negocio: "Y las dos son necesarias para que esto funcione".

Aecoc ha comparado 80 prácticas internacionales innovadoras de distribución urbana de mercancías para ver cuáles funcionan y cuáles no, analizando si reducían la contaminación y la congestión, además del papel que jugaban administración y sector privado.

MEDIDAS A PRIORIZAR

Las soluciones son, entre otras, la flexibilización del acceso y la descarga para reducir el número de vehículos y minimizar su circulación en horas punta y el despliegue de redes de taquillas para reducir la distancia recorrida al eliminar el último tramo de la entrega.

También propone la digitalización y regulación de las zonas de carga y descarga para mejorar la planificación, uso y servicio de las zonas, el establecimiento de carriles multiuso, que permiten introducir la gestión dinámica para optimizar el uso de la vía pública, y la generación y análisis de datos y difusión.

También apuesta por plataformas de consolidación y modos de transporte alternativo, ya que éstos habilitan el reparto con vehículos alternativos, aún con autonomía limitada, y podría reducir el número de vehículos.

MARCO COMÚN

Nicolás ha concluido que desde Aecoc entienden la movilidad de mercancías dentro de la movilidad total y su peso dentro de las ciudades inteligentes, y ha defendido que se tiene que gestionar con la sostenibilidad como pilar y poniendo al ciudadano en el centro, y ha añadido que desde la parte privada hay que ser proactivos y proponer soluciones a la administración.

Preguntado por el anteproyecto de ley de movilidad anunciado por el Gobierno, Nicolás ha sostenido que una de las principales dificultades de la DUM es la falta de armonización de criterios: "Lo que nos gustaría es que hubiese un marco común de regulación para todas las ciudades en materia de distribución urbana de mercancías".

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