BARCELONA, 16 Ene. (EUROPA PRESS) -
La fábrica de Nissan en Barcelona encara una semana clave para asegurar su futuro a medio plazo, ya que la cúpula nipona deberá decidir el martes qué planta fabricará la nueva 'pick up' y desvelará si el "ejercicio de responsabilidad", según Generalitat y sindicatos, llevado a cabo por la plantilla de la factoría al aceptar más flexibilidad y contención salarial, surge efecto.
El pasado miércoles, el 70,25% de la plantilla, formada por un total de 3.228 trabajadores --216 de Montcada-Reixac y 3.012 de Zona Franca-- brindó su apoyo a un plan de reducción de costes avalado por Industria, UGT y Usoc y rechazado por CC.OO.
Horas después, la multinacional automovilística reaccionó "positivamente" y en un comunicado anunció que Barcelona volvía optar a producir la 'pick-up', teniendo como grandes competidoras las plantas de Sudáfrica y Marruecos.
Para formalizar la candidatura, el comité de empresa y la dirección en Barcelona deberán remitir la documentación del nuevo convenio colectivo antes de las 17 horas de este lunes, 17 enero.
Tanto Govern como sindicatos esperan que desde Tokio la resolución sea favorable a los intereses de Barcelona, puesto que la asignación de la 'pick-up' daría continuidad a la planta durante diez años; el modelo se empezaría a fabricar en 2014 y aseguraría la factoría hasta el 2024.
Desde Sigen-Usoc, Pedro Ayllón espera que la matriz sepa valorar "el esfuerzo" realizado por la plantilla para garantizar la continuidad de la producción de Nissan en Catalunya.
"Si alguien dudaba de la voluntad de los trabajadores con la compañía, ha quedado clara que es total", ha destacado, en alusión al resultado de la votación.
Antes de celebrarse el referéndum, el subdirector general de Nissan Motor Ibérica, Frank Torres, ya consideró que el nuevo plan pactado con sindicatos e Industria era "suficientemente potente" para lograr adjudicarse el modelo, que conllevará una inversión de 80 millones de euros.
