Félix de Azúa reúne su obra poética junto a composiciones inéditas en 'Última sangre'

Europa Press Catalunya
Actualizado: martes, 19 junio 2007 17:39

BARCELONA 19 Jun. (EUROPA PRESS) -

El escritor Félix de Azúa reúne en 'Última sangre' (Bruguera) su obra poética, con títulos míticos como 'Cepo para nutria', 'El velo en el rostro de Agamenón', 'Lengua de cal' y 'Farra' junto a composiciones inéditas escritas en los últimos cinco años.

"Dejé de publicar hace más de 20 años --desde 1982-- porque me pareció que no estaba a la altura de lo que debía publicar. No tenía una idea cristalizada que podía defender sobre en qué consistía un poema aquí y ahora", explicó De Azúa en referencia a su ausencia en el panorama poético. Asimismo, cree que los años 80 era "un momento esperanzador y demasiado importante" para que hubiera libros interesantes.

De Azúa (Barcelona, 1944) explicó que escribe sus poesías a raíz de "una iluminación en la que se ve una ordenación de la palabra", igual que ocurre en un artículo periodístico. Asimismo, el autor barcelonés también emplea el humor en su obra, "poco habitual en la poesía española" cuando se entiende como ironía.

"Cuando escribimos versos jugamos con el lenguaje, no es verdad que surgen de las experiencias personales, sino que juegas con el lenguaje, la excusa puede ser la guerra de España o una señora con una regadera", añadió.

De Azúa formó parte del grupo poético de los Novísimos que era enemigo de "la seriedad oficial" heredera del franquismo y de la poesía realista del comunismo, que imperaba a finales de la década de los 70. "Nosotros salíamos de la doble oficialidad y utilizamos iconos culturales de las revistas de cine y música y lo pasábamos a la poesía", añadió.

Por su parte, Pere Gimferrer, autor del prólogo del libro y miembro también de Novísimos, junto a Manuel Vázquez Montalbán y Ana Maria Moix, entre otros, resaltó su escritura de "ensayista y narrador" y con una poesía de una "gran exigencia y dificultad" por parte del lector al tratarse de unas piezas "desconcertantes y herméticas".

Respecto a las palabras de Gimferrer, De Azúa aseguró que casi todos sus poemas son "raros y exigen mucho del lector", pero esto no significa que sus lectores deban ser intelectuales sino que "sepan jugar como lo hacen en un crucigrama".

Contenido patrocinado