BARCELONA, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
El escritor valenciano Ferran Torrent plantea en su nueva novela, 'Bulevard dels Francesos' (Columna), que "las ideologías han hecho mucho daño". "El Stalinismo es un ejemplo clarísimo". El libro está ambientado en Valencia en pleno franquismo pero también establece desde el 2004 "una relación moral sobre lo que éramos (ingenuos) y lo que somos (perdedores)".
En rueda de prensa, Torrent puntualizó que no está en contra de las ideologías, sino de la gente que se vale de ellas para mejorar su estatus: "He visto a tanta gente con ideales fantásticos hacerse millonaria...", comentó.
La novela, con una fuerte trama política, transporta al lector a 1962, donde tres jóvenes de clase alta (Josep, Felo y Teresa) se manifiestan en contra de los métodos del Partido Comunista, que quieren que sea más radical.
Mientras tanto, un comisario de policía honesto y el jefe de la Brigada Politicosocial chocan de frente al investigar la muerte de una rica heredera, trama en la que también se verá implicada una retahíla de personajes muy particulares, como el ladrón de cuello blanco 'Messié' y la vedette de un club.
"Si no ha podido conmigo esta novela, no podrá ninguna", aseguró el escritor, que hacía años que la tenía en mente pero no se atrevía a materializarla "porque sabía que era una estructura muy complicada". "Ahora, el cuerpo me lo pedía. Soy muy instintivo", aseguró.
En la primera redacción del libro, que es de los más largos que ha escrito (404 páginas), empleó cuatro meses, en los que tuvo los mil y un achaques. "Yo es que somatizo", dijo, y reveló que dormía tres horas al día y con somníferos.
Torrent parte de testimonios reales para explicar cómo iban entonces las cosas: los policías revelaban las huellas dactilares con polvos de talco e iban en tranvía. "Pensaba que si lo ponía la gente se descojonaría, pero es que es verdad", indicó.
Una ex funcionaria de la Jefatura Superior de Policía también le fue de gran ayuda para conocer aquella época en la que él era un niño. Al saber que 60 mujeres trabajaban allí con ella vio que "ante tanta inhumanidad, había algunos policías que se apiadaban de los torturados". Esa mujer le hizo no caer en el "error de activistas buenos y policías malos. Algunos trabajaban para el régimen pero mantenían su integridad", dijo.
"Al final no vale la ideología, sino la solidaridad con el otro. Lo que vale es la humanidad de la gente. Conozco muchos maleantes agradables y todos tienen código humano, y a otros que creía que tenían ideales, no quiero verles ni en pintura", aseveró.
Por eso aseguró que los traidores le han interesado siempre, porque son "figuras muy humanas". El delator comunista de 'Bulevard dels Francesos' 'canta' cuando le torturan: "Yo me pongo en su piel y vamos, hubiese cantado 'La Traviata'. Entiendo su debilidad, pero todos le repudian", dijo Torrent.
