BARCELONA 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Fundació Tàpies de Barcelona tendrá 600 metros cuadrados más gracias a la reforma integral del edificio que firma el estudio Ábalos+Sentkiewicz arquitectos. El centro se inaugurará el 3 de marzo después de dos años de obras y una inversión de 8,3 millones de euros.
El arquitecto responsable de la renovación, Iñaki Ábalos, explicó hoy en una visita al edificio que su principal objetivo fue lograr la "invisibilidad" de su mano en la intervención, con lo que el edificio gana claridad, diafanidad y altura en las salas del sótano, pero siempre respetando la arquitectura modernista original de Lluís Domènech i Montaner.
"No hay afán icónico de robar protagonismo a nadie", dijo el arquitecto, que en la mayoría de los casos se ha limitado a reestructurar el espacio para aprovecharlo mejor. La principal novedad es un nuevo pabellón ubicado sobre el anterior auditorio y que ha sumado dos plantas para igualarse a la cota del patio de manzana.
Allí su ubicarán las oficinas del centro y los espacios para actividades educativas, que tendrán una cubierta ajardinada, lo que permitirá tener una nueva perspectiva del edificio, visto por detrás y en relación con las casas de alrededor. El antiguo auditorio dejará de ser un salón de actos y se convertirá en una sala de usos múltiples "mucho más flexible" respecto al espacio anterior.
El reclamo más importante de esta zona será, sin embargo, la escultura 'Mitjó' (2010) de Tàpies, que se ubicará en la nueva terraza, y que se sumará a 'Núvol i cadira' (1990), la gran maraña de hierro que se aprecia desde la calle coronando el edificio, cuya iluminación nocturna se verá reforzada.
Respecto al interior del edificio los cambios son más bien sutiles. La biblioteca sigue ocupando el centro neurálgico del edificio y contrasta con el blanco luminoso de las paredes y columnas, que se han reforzado para prescindir de varios muros.
El pavimento está formado por tacos de madera de roble, lo que facilitará clavar estructuras en el suelo "sin traumas", y que además repercute en la mejor sonoridad del edificio, según indicó Ábalos.
La última reforma de la Fundació Tàpies se llevó a cabo en los años 80. La que finaliza ahora tenía como propósito inicial dotar al edificio de los sistemas de evacuación y de seguridad de los que carecía, pero ha terminado por afectar a todo el edificio.