BARCELONA, 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Interior, Joan Saura, ha explicado este jueves que el desalojo de la antigua sede de Banesto, que desencadenó fuertes disturbios en el centro de la ciudad y acabó con decenas de detenidos y heridos, se hizo después de los incidentes en plaza Universitat, varias horas antes, porque los violentos utilizaron el edificio como "centro de operaciones que hostiga a los Mossos d'Esquadra y comete ilícitos penales".
En rueda de prensa, Saura ha advertido este jueves a los violentos que protagonizaron altercados durante la jornada de huelga que "no quedarán impunes" y los ha desvinculado del resto de manifestantes que acudieron a las marchas en Barcelona.
El conseller ha hecho hincapié en que estos activistas antisistema "no tienen ningún apoyo de la sociedad catalana" y no representan "nada" de la sociedad. "No conseguirán con su violencia implantar sus ideas", ha recalcado.
Ha pedido que no se estigmatice la ciudad por estos incidentes, ya que desde 2002 no se habían producido altercados tan importantes como los de ayer.
Ha iniciado su intervención destacando que mayoritariamente la jornada de huelga transcurrió con "normalidad democrática" y ha condenado "clarísima y contundentemente" la acción de grupos violentos que causaron "altercados, agresiones, daños y violencia".
El secretario de Seguridad Pública, Joan Delort, ha hecho un repaso exhaustivo a los incidentes que sucedieron a lo largo de la jornada y ha destacado que el primero ocurrió pasado el mediodía en la Ronda Sant Antoni, cuando se quemó un coche de la Guardia Urbana y se hicieron barricadas.
Al constatar que algunos de los protagonistas de estos incidentes se escondían en el edificio 'okupado', este fue el elemento "de calidad y distintivo" que hizo que la policía trasladara al juez de guardia su voluntad de desalojar.
Delort ha defendido que el desalojo no fue una medida caprichosa, si no que pretendía acabar con los ilícitos penales que los antisistema estaban cometiendo, utilizando la ex sede de Banesto como su "castillo".
"Si hubiese sido por los Mossos hubieran desalojado el mismo sábado", un día después de la 'okupación', aunque la denuncia de la propiedad no llegó hasta el sábado y finalmente el juez que llevó el caso optó por que se resolviera por la vía civil y no autorizó el 'desalojo exprés', aunque según Delort, ellos presentaron un informe sobre la situación del edificio y los problemas que podía conllevar.
En el edificio se encontraron con 19 personas, que fueron identificadas, 17 españoles y dos italianos, uno fue detenido porque tenía una orden pendiente de arresto y otros seis "son conocidos de la policía". Entonces se entregó el edificio a la propiedad, que lo tapió.
Delort ha justificado que los Mossos d'Esquadra no actuaron con más contundencia cuando los violentos actuaron tanto por la mañana como por la tarde, porque cometían los altercados cerca de las concentraciones de gente manifestándose pacíficamente, lo que hubiera podido acarrear incidentes mayores.
"No siempre es posible actuar, eso no quiere decir permisividad", ha justificado el jefe de los Mossos, Josep Milán.
CONTACTO CONSTANTE CON EL AYUNTAMIENTO
El conseller ha desmentido que ayer miércoles el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, tratara de contactar con él y no lo lograra, y destacó que en todo momento hubo contacto con los responsables de Seguridad.
Saura ha explicado que esta mañana ha llamado por teléfono al alcalde, quien le ha expresado su satisfacción por el dispositivo de seguridad desplegado.
