BARCELONA, 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
Kompuestos, compañía dedicada a la producción de compuestos sostenibles para plásticos en Europa, cerró el ejercicio 2019 con una cifra de negocios de 46,3 millones de euros, un 11,8% más respecto al año anterior, y las toneladas comercializadas crecieron un 17,5%, hasta las 59.288.
La firma, que cotiza en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), está presente en más de 44 países con unas ventas fuera del mercado español del 68%, ha informado en un comunicado este miércoles.
El margen bruto absoluto se situó al cierre del ejercicio en 14 millones de euros, un 17,5% más, y el patrimonio neto de la compañía alcanzó 16,9 millones de euros, un 39% más como resultado de la ampliación de capital por importe de cinco millones de euros vinculada a la incorporación al MAB.
La deuda financiera neta se situó en 11,7 millones de euros, un 17,9% menos, debido al 'cash flow' operativo generado durante el año 2019, la ampliación de capital de cinco millones y la menor disposición de la deuda a corto plazo derivada de una mayor factorización, amortización y 'leasings'.
La acción de Kompuestos cerró 2019 con un precio de 2,9 euros, lo que supone un aumento del 17,4% desde su incorporación, y la capitalización bursátil en la entrada al MAB fue de 30 millones de euros.
NUEVA LÍNEA DE PRODUCCIÓN
Durante el ejercicio 2019, Kompuestos puso en marcha una nueva línea de producción para la fabricación de productos tradicionales en una de sus plantas ubicada en Palau-Solit i Plegamans (Barcelona), una línea que ha incrementado la capacidad nominal total máxima de Kompuestos en 51.000 toneladas, hasta alcanzar las 220.510.
Actualmente, el principal foco de los proyectos de I+D+i de Kompuestos se centra en la creación y desarrollo de resinas biodegradables y compostables hechas a partir de almidones y otros biopolímeros de origen renovable.
ERTE DERIVADO DE LA CRISIS DEL CORONAVIRUS
La actividad productiva de Kompuestos, que no se ha visto paralizada por el estado de alarma decretado por el coronavirus, se ha mantenido operativa y ha continuado suministrando producto a los fabricantes de productos esenciales.
Además, ha puesto en marcha un protocolo de seguridad para todos sus empleados que incluye la política de teletrabajo, acuerdos de flexibilidad --realizando grupos totalmente separados asignados a producción para seguir garantizando suministro de producto-- y la limitación del acceso a las plantas productivas.
El pasado 15 de abril la compañía cerró un acuerdo con los trabajadores para presentar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por causas productivas, organizativas y técnicas, que prevé distintos escenarios y grados de afectación para un total de 76 trabajadores en función de la evolución del impacto de la crisis sanitaria con una duración máxima de hasta el 31 de diciembre de 2020.
El acuerdo alcanzado prevé que los trabajadores afectados perciban por parte de la sociedad un complemento salarial que garantice hasta un máximo del 80% de su salario.